Mayya

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El calor se hace cada más fuerte y las llamas más altas mientras van devorando cada parte de la casa. Aquella casa en la que fui forzada a crecer, la casa en la que fui forzada a vender mi cuerpo y alma. Puedo escuchar sus gritos de auxilio, gritan fuerte y golpean las puertas y ventanas como si eso les fuera a ayudar, yo misma me encargue de que cada salida o ventana estuviera bien cerrada. Ya no podrán lastimarme, ya poder ser libre y no temer por mi vida. Le doy una última mirada a la llameante casa, se que debo irme ahora, el humo pronto le llegará a los vecinos y estos alertaran a las autoridades. Tomo mi pesada mochila y la pequeña vaca rosa de peluche que había encontrado en el basurero hace unos día. Me doy la vuelta y comienzo a caminar hacia el inmenso bosque frente a mi, antes de adentrarme me detengo y sin mirar atrás suspiro comenzando mi caminar nuevamente.

—Hasta luego mamá.

Mayya, 9 años

Ghosts of the pastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora