Capitulo 25

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Justo como Kilius advirtió apenas puso un costado de mi cabeza en la almohada termine dormida como un tronco

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Justo como Kilius advirtió apenas puso un costado de mi cabeza en la almohada termine dormida como un tronco.

No fue hasta que Johannes se atrevió a despertarme con delicadeza.

"Emilia"

"¿Humm?"

"Es hora de la cena, te traje un poco de sopa caliente para la fiebre"

"¿Ya es tan tarde?"

"Escuche del medico que tenias fiebre, es mejor que mañana no salgas de la cama"

"Oh no creo que se vuelva algo serio, ¿me puedes dar el plato de sopa?"

Nos quedamos en silencio, acerque mi mano para tomarlo pero me dio un ligero golpe en la parte superior.

"Yo te daré de comer"

"¡¿Qué?! No es necesario"

"Mira tus manos, están muy pálidas que pueden derramar el liquido caliente en tu ropa"

"Tengo mucha fuerza para sostener un simple plato, vamos dámelo"

Introdujo una cucharada de sopa apenas encontró la oportunidad.

"El presupuesto ya esta hecho, hable con esos tres ancianos que construyeron el invernadero para que se encarguen de expandir el centro de entrenamiento"

"Es mejor que te lleves bien con ellos"

"Tch, no dije nada malo"

'Eso espero'

"Como te decía, las cosas estarán listas dentro de un mes, aunque hablaron sobre contratar mas personal"

"En ese caso espero que puedas darles un pago adecuado para que no tengan problemas"

"Bien, se los daré mañana cuando tenga tiempo"

"¿Ya comiste tú como para que estés aquí?"

"Si, luego de esperarte por media hora"

"Solo te hubieras ido apenas pasaron unos minutos"

"Y eso hice"

"......."

"Bueno debemos terminar antes de que se enfrié la sopa"

El día siguiente todo transcurrió sin problemas, aunque fue raro ver como una fiebre llego y se fue en un parpadeo Kilius advirtió que era mejor no bajar la guardia.

"Pero ahora no puedo hacer otra cosa que estar en el invernadero o mi habitación"

Me encontraba acomodando las semillas para el huerto de la cocina, algunos sirvientes ayudaban a regar las semillas y otros a poner los carteles del tipo de planta.

"Es lo único bueno que puedo hacer"

"Señora, ha llegado una carta"

Me entrego el sobre y una bolsa pesada.

LA SOMBRA DE LILIANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora