Capítulo 2

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 Caminamos unos pocos minutos más cuando nos topamos con un muro que me hizo sentir un hueco en el estómago, era muy intimidante. Doblamos hacia la derecha y seguimos caminando por unos diez metros más.

 Mientras caminábamos toqué el muro y era real. Muy real. La idea de que todo aquello fuera un sueño ya había sido descartada, lo que me ponía los pelos de punta, si todo era real no había una razón lógica por lo cual había despertado en el bosque.

 Me cuestioné por qué no nos habíamos subido al caballo para llegar más rápido, pero no me atreví a preguntar. Elevé mi mirada hacia el cielo, se notaba que se acercaba una tormenta.

 Los guardias que custodiaban la entrada abrieron sin dudar al ver a Nil, el príncipe. Uno de ellos frunció el ceño al verme, pero Nil rápidamente hizo una seña para que no se preocuparan.

 —Ella está conmigo, todo está en orden.

 Cuando por fin vi el palacio tuve la sensación de haber dejado de respirar por unos minutos. Era tan inmenso como hermoso y aunque faltaban muchísimos metros para que estemos en la puerta se podía apreciar a la perfección.

 Mientras caminábamos vi el hermoso jardín que rodeaba el palacio, lleno de flores y arbustos. Cada cierta cantidad de metros había un guardia vigilando el lugar, entonces me di cuenta de que el príncipe Nil estaba solo cuando lo encontré en el bosque.

 —Sé que no es de mi incumbencia, pero ¿por qué usted se encontraba solo en el bosque? —él me miró mientras fruncía el ceño y negó levemente con la cabeza dándome a entender que no había entendido mi pregunta—. Me refiero a que las personas de la nobleza siempre deben estar acompañadas por un guardia, por cuestiones de seguridad, ¿verdad? —él asintió con una ligera sonrisa en su rostro.

 —Hay veces en las que me gusta escapar al bosque y cabalgar. En el bosque los problemas parecen tan pequeños —guardó silencio por un breve momento, pero rápidamente volvió a hablar—. Me alegro mucho por el hecho de que usted se encontrase en el bosque en ese momento. Si no hubieras aparecido, probablemente hubiera muerto ahogado.

 Nil le entregó el caballo a uno de los cuatro guardias que custodiaban la puerta del palacio. Mientras él le daba unas indicaciones al príncipe estudié la puerta elevé mi mirada lo más que pide, pero aun así no llegaba a ver el fin de ella.

 Las enormes puertas del palacio se abrieron dejándome apreciar lo hermoso que era este por dentro.

 Era hermoso, pero estaba tan vacío. Los guardias que custodiaban el lugar y los sirvientes que se encontraban ahí, todos parecían estatuas, me llegué a preguntar si estaban respirando. Todo parecía tan tranquilo, pero a la vez triste y vacío.

 Por la escalera que se encontraba en el centro del salón, bajó prácticamente corriendo un hombre que vestía un traje aún más elegante que el de Nil.

 —¡¿Dónde te encontrabas, Nil?! —exclamó cuando estaba a punto de terminar de bajar las escaleras, pero paró en seco cuando me vio, luego dirigió su vista a Nil y se percató de que ambos aún teníamos nuestras vestimentas un poco mojadas que por culpa del día nublado no se habían podido terminar de secar— ¿Qué te sucedió?

 —Caí en un lago, casi muero ahogado y ella me salvó —resumió rápidamente con una sonrisa en el rostro tratando de sacarle importancia al asunto.

 El hombre apretó enojado la mandíbula y dijo—: ¿Cuántas veces te he dicho que no puedes salir solo del palacio? Eres el futuro rey, cientos de personas podrían atentar contra su vida.

 Me sorprendió el hecho de que ambos se trataban por tú, mientras que Nil me había tratado por usted desde que me había conocido. Sin duda había cierta confianza entre ellos.

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⏰ Última actualización: Jun 26, 2021 ⏰

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