Soy un tonto por ti, Felix.
Chan era el típico chico malo, popular y arrogante. Sin embargo, todo lo que conformaba ser él, se fue rodando por el borde del abismo al ver por primera vez al chico nuevo, el recién transferido de Daegu y que ahora form...
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── Es fácil, Sana. ──sonrió brevemente Hyunjin──. Bang es tan descuidado que cuando te acerques no va a dudar en seguirte el juego. Siempre ha sido así y no va a cambiar.
La joven tendió a reír brevemente, emocionada con todo lo que el castaño le estaba contando──. ¿Estás totalmente seguro?
── Claro que sí. Él nunca se va a negar ante una chica tan linda como tú.
La pelirroja sonrió tímidamente, cruzando los brazos a la altura de su pecho y haciendo miles de ideas ante la posible relación que pudiera tener con el atractivo e inalcanzable Bang Chan.
── Cuenta conmigo, haría todo por él.
Hyunjin sonrió una vez más con falsedad, evitando a toda costa rodar los ojos ante lo estúpido que sonó aquello.
"Quiero ponerte a prueba Bang. Veamos cuanto te dura."
── ¡Oh y mira! ──exclamó Hwang dirigiendo su mirada al inicio del pasillo──. Allá viene la dizque parejita. ──soltó con sarcasmo.
── Agh, en serio detesto a ese chico. Creo que solo ha ido detrás de Bang Chan-oppa para rogarle que esté con él. ──Sana hizo una mueca de disgusto y los miró con enojo.
Hyunjin rió ante lo dicho. Lo que realmente le fastidiaba era que Bang siempre obtenía lo que quería.
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── Ya, Channie. Debo ir a clases. ──comentó el pelinegro algo cohibido.
Resulta que habían llegado temprano como de costumbre y ambos iban por el pasillo con los meñiques enlazados. Sonriendo y conversando con naturalidad.
── Pero aún es temprano. ──puchereó mientras miraba a Felix de manera preciosa.
── Tienes examen en Química, debes ir a repasar un poco al menos. ──contestó mientras apegaba aún más el libro de dicho curso que le pertenecía a Bang Chan.
── Pero ya tengo suficiente con lo que repasamos ayer. ──el rubio se deshizo del agarre y se puso detrás de Felix. Rodeando con sus brazos aquella pequeña cintura y acomodando su mentón en el hombro adverso──. Eres el mejor profesor del mundo~ ──canturreó dulcemente, besando la sonrosada mejilla del pelinegro.
