🄷🄴🅁🄸🄳🄰🅂 [RUBEGETTA~OMEGAVERSE]

☆CAPÍTULO XIII☆

...Alexby y Fargan...

Con la llegada de intrusos a las tierras nuevas los pueblerinos fueron sometidos con facilidad gracias al lider de las fuerzas enemigas, muchos fueron asesinados sin piedad, otros fueron torturados o abusados por los soldados, pero creo que no hubo peor castigo que aquel que sufrieron aquellos quienes fueron sometidos y esclavizados.

A las tierras invadidas llegaron científicos renombrados, jactándose de su titulo y conocimientos variados, personas que ante la vista de los demás no tendrian derecho a ser llamados humanos, aquellos hombres y mujeres tenian diversos propósitos que ya habian sido marcados por sus lideres, y debian cumplir estos sin importar que perjudicaran la vida de otras personas, defendian sus acciones y la de los soldados invasores con la frase "el fin justifica los medios" pero creo que todos somos consientes de que no siempre es asi.

En un laboratorio yacian dos personas enjauladas sin culpas o errores de algun tipo, un Omega joven, pequeño, de cabellos negros y ojos azules cual cielo, era sujeto de experimentos para obtener la pureza de su casta, no entendía bien a lo que se referian con eso pero poco le importaba su unico anhelo era poder huir de ese lugar.

Mientras que en la celda siguente a la suya habitaba un Alfa un tanto mayor que el de cabellos castaños como el chocolate al igual que sus ojos, aquel Alfa pertenecia al proyecto de caregoria avanzada que poseian los científicos, pero no se le reveló mas información que esa, él no sabia para que lo querian, no entendia porque le usaban, no comprendia porque él siendo un Alfa tendria que pasar por ese infierno, pero ya se habia rendido, no tenia fe en ser salvado y si alguna vez esta salvacion llegaba la verdad era que poco le importaba, nadie iba a estar esperando por él despues de todo.

Ambos pensaron que seria otro dia mas en aquel lugar, pero al Omega se le ocurrio una idea que muchos considerarian alocada pero que para él tal vez seria su esperanza para salir algun dia.

—Hey tu—toco la pared vecina llamando la atención del Alfa-Se que puedes oirme responde

—Que es lo que quieres esta vez? —pregunto desganado el Alfa, no era la primera vez que el Omega intentaba llamar su atención y contarle sus planes de huida—Si lo que quieres es que te ayude a escapar dejame decirte que-

—No no no no no, no es eso—nego una y otra vez el Omega—Es solo que, no se porque no te lo habia dicho antes pero tienes un aroma reconfortante sabes?

El Alfa quedo extrañado, ¿su aroma no le era molesto? ¿A él que era un Omega, realmente no le estaba molestando su aroma? Tiene que estar bromeando.

—No molestes, mi aroma no tiene nada en particular que pueda agradarle a los demás, en especial a los Omegas como tú—le respondio un tanto fastidiado

—No, es enserio tu aroma me es...bastante tranquilizante...

El Alfa no dijo nada, solo callo ante las palabras de su compañero, era la primera vez en su vida que alguien le decia que algo de él era agradable, la sensación era nueva pero no admitiria eso, el día transcurrió como los otros solo que con ese nuevo sentimiento en él.

...

Las semana paso, los experimentos fueron parados temporalmente ante un imprevisto que habia sucedido en el alto mando encargado de invadir las tierras, fue el tiempo necesario, aunque corto, que tuvieron los prisioneros para respirar un poco, para no temer por otra dosis más de liquidos experimentales, pero fue el tiempo necesario para que dos personas empezaran acercarse.