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"Amor, junto a ti moriré como un rey."
-Yoongi, vete, por favor- Susurra entre lágrimas. Ambos estaban tomados de las manos, mirándose dolorosamente.
-Namjoon, no me iré sin ti- Un sollozo estrangulado sale del otro. Yoongi lo atrae hacia su pecho, los dos se acurrucan en el abrazo.
-Yoongi, si no te vas, te encontrarán y matarán- Advierte desolado.
-No me importa, Nam, si no te puedo tener prefiero morir- Afirma, separándose de él para mirarlo a los ojos. El menor lo vuelve a atraer desesperadamente, necesitando su toque para calmar sus penas.
-Iré contigo- Dice de repente, acercando sus labios a los contrarios y sellándolos en un beso apasionado.
-Pues habrá que marchar ahora, su alteza- Bromea, agarrando otra vez su mano para, sigilosa pero apuradamente, escapar del castillo en el que se encontraban.
Una vez burlados todos los guardias, llegaron a un denso y oscuro bosque, en el cual se permitieron correr, gritar, reír y besarse todo lo que quisieron, liberando la tensión que vivieron.
-Estuvieron cerca de pillarnos, Yoon- Comenta con el corazón a mil.
-Pero no lo hicieron, querido, por algo soy el mejor ladrón de la aldea- Ríe, dejando un beso en su mejilla.
-No estoy de acuerdo con eso, te pillé robando mis joyas.
-Pero, en cambio, te robé el corazón, y eso fue mucho mejor- Juntaron sus cuerpos de nuevo, al igual que sus belfos.
Escucharon pasos cerca de ellos, acompañados de las luces de las antorchas y de las voces de los hombres que vinieron a capturarlos y separarlos.
Se escondieron lo más rápido que pudieron tras unos matorrales, suplicando con las manos entrelazadas que no los pillaran.
Cada vez estaban más cerca, Namjoon no pudo evitar las lágrimas. Yoongi le dio un beso, su último beso.
En menos de lo que esperaban, ya estaban atrapados, rodeados de espadas alzadas en contra del bajo.
-No le hagáis daño, por favor- Ruega el pálido-. Hacedme lo que queráis, pero no a él-. En cambio, el moreno no estaba contento para nada con ese comentario.
-No, no- Niega, poniéndose de rodillas-. No le hagáis nada, él no tiene la culpa, yo la tengo.
-Majestad, su alteza nos mandó acabar con él- Con esas palabras, su enojo estalló. Sólo con pensar en su esposo, siquiera mencionarlo, ya estaba de un humor de perros.
-Pero yo soy el heredero al trono, no esa escoria. No os atreváis a tocarlo, es una orden de su verdadero rey.
-Majestad, sus padres también lo exigieron- En ese momento, su corazón acabó de romperse. Si sus padres lo querían no se podía hacer nada.
Con un nudo enorme en la garganta, se gira hacia Min Yoongi, el ladrón del pueblo por el que el rey estaba loco de amor. Éste le sonríe con tristeza, haciendo que se consuma en llanto. Cuando los caballeros ya se estaban aproximando a él, Namjoon lo protege, cubriéndolo con su espalda.
Aún así, no pudo hacer mucho más, fueron encadenados y llevados a palacio.
Namjoon tuvo que ver cómo la espada de su esposo atravesaba el estómago del que era el amor de su vida.
Ahora sollozaba, abrazando el cuerpo casi sin vida de aquel hombre que fue su mundo entero, que susurró sus últimas palabras, sólo para él:
-Cariño, junto a ti moriré como un rey.
Fue demasiado para el otro, que le arrebató el arma al hombre sonriente detrás suya y se la clavó también en la barriga, cayendo al suelo de inmediato. En su último aliento, se arrastra hasta Yoongi y lo abraza, queriendo, al menos, proteger los restos de su amado.
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Canción: Morirò da re
Arista: Måneskin
La canción, en verdad, no tiene nada que ver con el fic, sólo me basé en la frase del principio. No me quedó muy bien pero prometo que el siguiente será mejor.
