StanXeno week

Día 6

Xeno estaba cansada de escuchar los ruegos de sus estudiante de ir al dichoso desfile de moda, ella no quería.

Tenía sus propios diseños exclusivos que realizar, se diseñadora de joyas era igual de importante que diseñar ropa. Y tenía unos encargo que terminar para una semana, los anillos Sengen, RyuKyo y HyuHaku no se iban a diseñar sólo.

Además que su joyeria más famosa, la Medusa estaba vendiendose como pan caliente y tenía que mandar a realizar más.

Pero sus dos pasante Luna y Chalsea insistieron tanto, que no tuvo más opción que ir. Además que también asistiría como modelo la esposa de su mejor alumna, Senku.

Así que tenía la obligación de ir doblemente.

Se dejó maquillar y peinar por ellas, eligieron un vestido color negro entallado al cuerpo. Accesorio plateados y zapatos que combinará, labial rojo y delineador negro.

Según Luna, estaba lista para cazar a cualquier galán.

Pero todos eran una pérdida de tiempo, pocos elegantes y vulgares.

Solo sabían pedir sexo por esa boca y nunca tenían un tema interesante para hablar. Y como eres mujer, piensan que solo tienes una neurona por cerebro, que asco daban.

Xeno había llegado y pasó por la alfombra roja, porque la habían reconocido por sus diseños de joyas.

Estaba tan concentrada en su trabajo, que se le olvidaba que ella también era famosa en esos medios. La sentaron en primera fila y espero que el dichoso desfile comenzará.

Eran bonitas y los diseños no eran nada malos, también veía que las joyas eran de buen ver pero muy comunes. No tenían un toque mágico o único.

Estaba apunto de mirar su teléfono para revisar la hora, cuando una de las modelos llama su atención.

Era más alta que los demás, llevaba un vestido rojo de corsé que era bordado a mano y pedrería. La falda era corte princesa y traía rosas en ella, pero lo más impresionante de todo fue como con toda seguridad se desprende de la falta quedando en una más corta y luciendo unas hermosas piernas, para luego dar una vuelta con la falda larga y desprender pétalos de rosa para después colocarse la falda como capa, dar media vuelta y regresar al inicio de la pasarela. Todo el mundo aplaudió de pie por ese acto, hasta incluso ella.

***

Después del desfile, fue tras los bastidores a buscar a la modelo y pedir que modelara una de sus joyas.

Pero se decepciona al no verla por ninguna parte, estaba apunto se rendirse cuando choca contra alguien. Estuvo apunto de caer la piso cuando esa persona la sostiene por la cintura.

— ¿Estás bien? — le pregunta una voz masculina.

Ella abre lo mira y ve que era un hombre, pero se da cuenta que él chico era la misma modelo que desfiló en la pasarela. No podía olvidar esos ojos verdes que demostraba seguridad en ellos.

— Eres la modelo — dice ella impresionada.

El chico en vez de enojarse sonríe y le responde — Si. ¿Pero estás bien? Casi te tumbo.

Xeno asiente, pero se aleja del chico.

— Lo siento, es que te estaba buscando.

— ¿A mí? ¿Y para que soy bueno?

Xeno se muerde los labios, pero la final se decide que sí. Después de todo el mundo era para los valientes.

—Quiero que modeles mis joyas.

El chico la mira sorprendida y le contesta — ¿Yo? ¿Un chico modelando unas joyas?

— ¿Cuál es el problema? Lo hiciste increíble con ese vestido, li puedes hacer con unas joyas. Si es la paga no hay problema problema, te puedo pagar lo que me pidas.

El chico de ojos verdes se le queda mirando serio y después suelta una risa — Dudo que me puedas pagar con lo que pida.

— ¿Por qué no?

— ¿Saldría conmigo a la calle en una cita? Pero yo vestido de mujer.

Xeno se sonroja por la declaración, se tarda unos minutos en responder. Pero al final lo hace.

— Ni siquiera me sé tú nombre para salir a una cita.

El chico se ríe y le extiende la mano — Stanley, mucho gusto. Soy modelo diverso, puedo modelar cualquier ropa y joyas que me pidan.

Xeno acepta el apretón de mano y le dice — Soy Xeno, diseñadora de joyas y me gustaría que fueras mí modelo de joyas exclusivo y amaría verte otra vez en vestido.

Stanley asiente, por alguna razón algo le decía que podía confiar en esa muchacha que se veía tan segura de si misma.