Si en todo el mundo el 80% de la población tiene un poder único de nacimiento llamado quirk, ¿Qué habrá del otro 20%?, ¿como viven a los ojos de los demás sin un quirk?.
Los días pasaron desde que la señora llamada Nakamura Kiki rescato a 2 bebes de un callejón.
Nakamura Kiki, es una señora de 48 años, viuda. Ella perdio a su esposo e hijos en un accidente automovilístico hace unos 4 años.
Cuando encontró a los bebes abandonados en un callejón, se horrorizó por la crueldad de los padres de los pequeños y decidió criarlos como los nietos que nunca tuvo.
Optó por no denunciar el abandono a las autoridades, en cambio decidió adoptarlos y darles todo lo que él necesita. Ya con todo los papeles firmados, los pequeños pasaron a ser conocidos legalmente como miembros de la familia Nakamura.
4 años después.
Los pequeños tuvieron un crecimiento normal sin ningún tipo de secuela. aunque había algo que a Kiki le preocupaba, y era una extraña enfermedad de Zack con la exposición a la luz solar o mas específicamente los rayos ultravioleta.
Se podría decir que Zack era un chico carismático que no tendría problemas en hacer amigos, pero su condición a la exposición de los rayos ultravioleta lo obligaba a mantenerse constantemente en las sombras o lugares con luz artificial.
Pocas veces salía a Jugar junto a su hermano, Izuku Nakamura, un niño peliverde con ojos verdes y pecas en las mejillas, quien era muy alegre, admiraba a los héroes y soñaba ser uno en el futuro.
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Algo que los caracterizaba era que la similitud que compartían, si Izuku se tiñera el pelo de negro, se ocultaba las pecas, volvía su piel mas pálida, y se colocara lentes de contacto para cambiar el color de sus ojos esmeralda a plateados, son prácticamente iguales.
Debido a que Zack tenia que usar ropa que lo cubriera por completo y una loción que lo ayudara en caso de ser expuesto a la luz solar, no salía mucho a jugar con Izuku y sus amigos por que le molestaba tener que colocarse loción cada vez que salía.
Su abuela pensaba que quizás esa sea una de las razones. A diferencia de los demás niños que prefieren jugar en el parque incluyendo a Izuku, el prefería leer libros en casa.
Ella siempre le leía cuentos con Izuku, pero había algunos casos en donde ella no podía leerle dichos cuentos, por lo que el decidió pedirle a ella y a su maestra que le enseñen a leer. Su abuela sabiendo que no podía negarse, aceptó.
Su sensei quedo maravillada por el pedido de su alumno con el que se llevaban bien, por lo que no dudó ni un segundo en enseñarle a leer. Al cabo de unos meses Zack pudo leer a la perfección y también escribir moderadamente mejor que los demás niños de su edad.
Gracias a esto su sensei le entregaba libros, por lo que en el receso siempre los leía. Esa era una de las razones por las que escasamente jugaba con sus amigos, simplemente el leer historias ya se había vuelto un habito para el.
En estos momentos, se encontraba junto a Izuku y su abuela en la sala de espera del hospital. Hace unos días sus amigos habian despertado sus quirks... el único problema es que ellos eran los únicos sin despertar todavía su quirk.
