Terapia

Uno

Advertencias: Omegaverse, Thor Omega, Loki Alfa, Mobius Beta. Thor fat. Thorki.

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1.

Mobius realmente estaba haciendo un esfuerzo salvaje por no dormirse, sus parpados pesaban y la libreta con "apuntes" estaba llena de garabatos y dibujos sobre el jet ski que de joven soñó con tener pero que ahora de mayor resultaría demasiado estúpido como para comprar o usar. Por suerte Loki sería su último paciente del día, un alivio en cierto aspecto sino fuera porque el crío podía hablar durante horas y horas sin siquiera tomar aire.

—¿Y dime cómo te sientes ante eso...?

—No lo sé, supongo que...

Y volvía la cantaleta, Mobius sabía que tomaría toda la hora e incluso más en hacerle dejar de quejarse y lloriquear por sus problemas. Y no es que le resultara un joven sin motivos para quejarse, pero en comparación con otros chicos, su vida resultaba ideal sólo por el mero hecho de ser un alfa.

Loki llevaba frecuentándolo desde que ingresó a la universidad y le resultó difícil integrarse con el resto, en especial con sus compañeros de clase, "ansiedad social" había sido el diagnóstico que otros psiquiatras le ofrecieron, Mobius en cambio fue un poco más honesto:

—Un mocoso demasiado inteligente y demasiado estúpido por tu propio bien, ególatra, mentiroso patológico y acreedor de problemas paternos, lo siento niño el mundo no gira en torno a ti y en cuanto más rápido comprendas eso mejor para todos.

En aquel primer encuentro Loki desvió sus bonitos y brillantes ojos azul verdosos del suelo y quedado mirando con sorpresa, un poco de espanto y quizás algo de admiración y salido de su oficina con un portazo feroz. Mobius no había esperado volver a verle, pero, al contrario, Loki comenzó a frecuentar su oficina cada martes por los últimos seis años.

—Ya vas a titularte.

—¿Qué? ¿No, sí? ¿Eso qué tiene que ver...?

—Has venido pidiendo mi consejo desde hace seis años y aún no tomas ninguno, Loki. No has confrontado a tu padre, no has mejorado tus relaciones personales y definitivamente tu personalidad retorcida sólo se ha afianzado más.

—Bueno, eso depende del punto de vista en que se vea ¿no?— sonrió con nerviosismo.

—No, Loki. Es un hecho comprobable.

—Bien, sólo dime que hacer.

—¿Y lo harás?

—Sí, no. No lo sé...

Mobius lanzó un largo suspiro y se encogió de hombros, después de todo el muchacho le simpatizaba, en especial cuando recordaba sus anécdotas y acababa por arrancarle carcajadas y llanto de tanta risa.

—Está bien, ven conmigo.

—¿Acaso me estás pidiendo una cita?—bromeó el joven.

—Sólo sígueme, ¿quieres?

2.

Odiaba los lugares baratos porque le recordaban a los que Laufey solía llevarlo de niño, comida grasosa a veces mala, a veces muy mala y en contadas ocasiones digeribles, eso acabó por provocarle un hígado graso y ser terriblemente escrupuloso con cualquier cosa que se llevara a la boca.

Por lo mismo, no tenía ni idea que hacía en ese viejo restaurant con aroma a cigarrillos y música depresiva de The smiths. Al ver a la camarera Mobius alzó su brazo y pidió una grasosa hamburguesa con queso, patatas a la francesa y cerveza que a sus palabras: no estuviera caliente ni agria como la vez pasada. Antes de que Loki abriera la boca o pudiera tener la oportunidad de ver el menú, el hombre indicó que él comería lo mismo.