IV

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Pov de yuzu

Sentía el frío recorrer mi espalda, aún con sueño me levante para cerrar la ventana que se había abierto por el Fuerte viento, salí a la sala y vi a Kenia temblando así que me acerqué a ella, llevándola a mi cuarto cuando llegamos a mi cama, ella me abrazó pegándome a su cuerpo y ese gesto hizo que me sintiera en paz en verdad me gusta kenia y con ese pensamiento me dormi.

Dos semanas después

yuzu prometeme que te vas a cuidar sí, tienes la llave de mi casa y el número de Axel, cualquier cosa llámalo y él te llevará a donde quieras, siéntete libre de mandarme mensajes siempre estaré pendiente a ti — abraza a yuzu y koichi.

— tranquila solo te vas tres semanas, no es mucho tiempo y cuando vengas quien sabe quizás y te lleves una sorpresa, ahora quiero que des todo tu esfuerzo en el trabajo — dice yuzu para dejar besos en la cabeza de Kenia.

— nos vemos Kenia, te extrañaré a ti y tu hermoso auto pero mi hermana tiene razón nos cuidaremos—

* es evidente cuando hay una chispa de amor entre dos personas, poco a poco yuzu se acercaba a Kenia y le dio un beso, el cual está correspondido *

— te prometo yuzu que apenas regrese haré todo lo que este en mis manos para enamorarte y algún día me casare contigo, no cuesta nada soñar — abraza a yuzu, para luego alejarse y subir a su auto marchándose.

La rubia empieza a llorar — y ... si ...encuentra ha alguien más, quizás esté siendo egoísta pero ella en verdad es tan única debi pedirle que saliera conmigo — cae de rodillas al piso provocando que koichi se preocupe.

— ¡ Hermana !, tranquila ella volverá y si de algo estoy segura es que ella te quiere mucho — abraza a su hermana.

( ... )

Dos días habían pasado desde que  kenia viajó, estaba trabajando cuando escuche la pequeña campaña sonar indicando que un nuevo cliente había llegado, levante mi mirada con una sonrisa y era la chica que me había ayudado en el bar, algo me decía que era mejor dejarle el trabajo a alguien más, pero ella se acercó con ese traje que la hacía ver hermosa y ese gesto duro digno de un alfa, comúnmente me daría asco ver aún alfa como ella pero tenía algo diferente porque apenas me vio su gesto se suavizó y me mostró una hermosa sonrisa.

— Hola buenas noches yuzu, que coincidencia encontrarte aquí ya que estaba pasando y quise comer algo —

—  pues déjame invitar esta vez por lo del otro día, aunque pensándolo bien debería cobrarte el triple —

Sonrie — vaya tiene una mente única, ninguna mujer antes me hubiera dicho lo que tú yuzu, me das café, que sea negro con una cucharada de azúcar y por favor prepáralo tú misma sino es molestia —

*comienza a preparar el café tal y como dijo Mei, luego de unos minutos se lo entregó, provocando una sonrisa en la peli negra*

Bebe de la taza de café — esta perfecto, yo me casaría contigo si me preparara el café todas las mañanas—

— jajaja el que seas elegante no te quita que seas igual de terca que los demás alfas, pero mírame estoy bien sin ningún pretendiente al lado Mei — mira el reloj dándose cuenta que ya era tarde y solo eran ellas dos en la cafetería— Mei debes apurarte ya debi haber cerrado hace 5 minutos si el sr. Smith se entera de esto quizás y me despida—

— entonces apurate y vámonos te espero en el auto no tardes — termina el café y sale.

* ignora lo dicho por Mei, se apresura a cerrar y llevar sus cosas, cuando saca la llave de la cerradura ahí estaba Mei mirándola, y como si adivinara yuzu se aserco y se subió en el asiento de copiloto *

— gracias por llevarme, ya es tarde y no querría arriesgarme —

— no hables en el auto, solo hazlo cuando sea prudente, me gusta el silencio mientras conduzco yuzu —

— jamás entenderé a la gente como tú, solo quería mantener una conversación para conocernos pero tienes razón eres un alfa y de seguro crees que porque soy omega debo ser sumisa a ti así que jodete —

— solo me gusta el silencio en mi auto, además no tienes por que preocuparte nadie te haría daño, un ser como tú pura y sin reclamar es solo algo exquisito —

* el resto del viaje fue en silencio y eso no incomodó a yuzu de hecho había aceptado que un viaje silencioso en el auto era relajante mirar las calles, el cómodo asiento y la música que apenas se escuchaba era lo necesario para que ella durmiera*

¡ llegamos!

— si, estaba apunto de quedarme dormida pero déjame preguntar ¿ cómo es que sabías que vivía aquí?— se baja del auto para quedar mirando a Mei si le decía alguna respuesta.

—  tu hermana Koichi es alumna de mi Academia, así que bastó con recordar su apellido para acordarme de la dirección que había puesto en un examen que dio hace un mes —

— que pequeño es el mundo y dime cómo es ella —

— mejor entra a tu casa mañana volveré al café y te traeré, responderé 5 preguntas, ahora me hire tú  has lo mismo — comienza a manejar

— hasta mañana Mei — levanta su mano para despedirse y empezar a caminar hasta llegar a su departamento  — que extraña es ella jajaja algo lindo debo admitir —


Tú  Amor Es Mi Pesadilla Donde viven las historias. Descúbrelo ahora