Warm Mornings ¦¦ Karlnapity Oneshot.

Warm Mornings.

Cada mañana es una reconfortante sorpresa para Quackity. No se despierta en una cama helada y vacía, con sábanas descuidadas y con vidrio de botellas de alcohol al rededor. No se ahogaba en el olor del vómito de la habitación y ya no tenía que levantarse con desesperación buscando el cuerpo desmayado y ebrio de su marido al rededor de la habitación.

Se despertaba en los brazos de sus dos amantes, el menor detrás suyo rodeando sus brazos al rededor de su cintura, simulando ser una estufa gracias a su cuerpo naturalmente cálido -beneficios de haber nacido en el Nether, según Quackity-, ya no se moría de frío. El mayor, por otro lado, ocultando su rostro en su cuello, abrazandolo por debajo de sus brazos y apegando sus cuerpos lo máximo posible para también poder tener contacto con el menor.

No tenía que levantarse adolorido por lo mucho que su marido lo golpeó en un ataque de ira o del asco después de haber sido usado la noche anterior hasta que se desmayaba por no aguantar más. Al contrario, despertaba con una sonrisa en su rostro, soñando sobre cómo sus dos novios lo mimaron tanto en el sofá después de un largo día trabajando.

Y es que llevaba saliendo con Karl y Sapnap por ya casi un año, pero aún le costaba asimilarlo. Estuvo tanto tiempo viviendo infelizmente que... Le era difícil pensar que se merecía todo esto- que se merecía a ellos.

Pero al abrir sus ojos y ver el rostro de Karl sonriendole de oreja a oreja lo hacía eliminar todos esos pensamientos negativos, y recordaba una vez más que él sí se merecía esta felicidad, y que merecía estar enamorado de dos personas que también lo amaban de vuelta.

Bostezó y se estiró lo máximo que la posición en la que se encontraba le permitía, su ojo aún se ajustaba a la luz de la mañana así que lo cerraba con fuerza cada cierto tiempo. Quería levantarse a estirar sus alas pero, primero iba a asegurarse de darle todos los besos de buenos días posibles a sus novios.

— Buenos días —. Murmura Karl en su cuello, su voz algo ronca por haber despertado recién —. ¿Estás bien?

Ríe mientras recibe besitos en su cuello y el cabello castaño de Karl haciéndole cosquillas —. Sí, estoy bien. ¿Y tú? —. Responde rápido, antes de que otro bostezo lo interrumpiese.

— Estoy feliz ya que te puedo ver —. Comenta el mayor mientras se acomoda una vez más en sus brazos, posiblemente planeando dormir por una hora más o dos.

Quackity sintió sus mejillas entibiarse y rodó su ojo, fingiendo estar avergonzado por el comentario. Siente un movimiento en su espalda y ahora fija su atención en el cuerpo detrás de él, que parecía haber despertado al oír las voces hablando. El sueño de Sapnap era muy ligero y fácil de interrumpir, siempre estaba alerta.

Se volteó un poco para poder estar cara a cara con Sapnap, el joven abrió sus grandes ojos y lo miró con una sonrisa, feliz de haber sido él lo primero que veía al despertarse —. Buenos días —. Saluda mientras Sapnap besa sus mejillas con delicadeza -y sueño-.

— Bueh... Dí... As... —. Es lo único que logra decir mientras bosteza, mostrando sus enormes colmillos que Quackity y Karl tanto amaban —. ¿Tendrás que... Ir hoy...? —. Intenta formular bien sus palabras antes de que el sueño lo hiciese comenzar a balbucear.

El mexicano sonríe con tristeza, decepcionado de tener que pronto dejar este lindo momento para poder ir a trabajar. Él y Sam estaban construyendo un proyecto enorme durante meses, y ahora que estaba a punto de ser finalizado, necesitaban estar allá lo máximo posible. Había días donde tenía que dormir en Las Nevadas en vez de tomarse todo el trayecto a El Rapids, porque era largo y no podían perder tiempo de la mañana al día siguiente.

— Creo que sí... —. Responde, acariciando la cabeza de Karl -que nuevamente se durmió- e intentando alcanzar a Sapnap para poder besar sus labios —. Pero prometo llegar temprano hoy.