Secretos Sin Salida

Flashback

*tengo que aclarar que esta parte es de lo que pasa entre la primera y segunda parte*

-Bueno, ¿Cuándo me vas a contar lo que te pasa? -le pregunté por cuarta y última vez en el día de hoy. Habían pasado ya cinco días desde que colapsó.

-Flashback-

Ya era la mañana siguiente, le preparé el desayuno y fui a llevárselo a la habitación. Abrí la puerta y lo único que se escuchó fue el estrellar de una bandeja y el grito desgarrador de una chica que había quedado traumada de por vida. Corrí a la cama, me arrodille a escasos centímetros de ella sin importar los trozos de cerámica clavados en mis rodillas; le tomé el pulso, «sigue viva» me dije a mí misma.

Seguidamente me levanté y, sin quitarme los trozos de tazón ni limpiarme de leche y cereales rosas, corrí al salón, cogí el teléfono y llamé a urgencias; me costaba articular la boca, pronunciar cada palabra; conseguí decir «hermana», «convulsionando» y pocas palabras más que yo recuerde.

De repente todo pasó muy rápido; mi hermana convulsionaba, los enfermeros entraron en la casa y se la llevaron en una camilla; yo entrando en la ambulancia, un enfermero diciéndome que rellene una hoja con nuestros datos, yo sin poder ni coger el boli para escribir a causa del pánico; nosotros entrando al hospital, sentarme en el sofá de la habitación donde estaba hospitalizada mi hermana, yo durmiéndome con la cabeza apoyada en la camilla del hospital donde mi hermana yacía inconsciente

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Chan chan chaaan