Thiago
¡La extraño!
Extraño a mi hadita cerca de mi cuando no la tengo cerca de mí siento un genio que ni yo me lo soporto, no me gusta su actitud de estos días pero yo sé que no le he puesto la atención que necesita, no eh estado atento como debería pero he estado hasta el tope, los sokolov y los konstantinidis siguen creciendo en poder y no lo puedo permitir, saber que la OSMF los tiene en la mira y que están a punto de quitarles uno de sus negocios más importantes eso me deja un poco más relajado
Aun no le pienso pasar por alto que emilia casi no me contesto por una semana pero tengo que castigarla de cierto modo. ella sabe mis reglas y por ningún motivo puedo dejar que las rompa. ella es mia soy su dueño nadie excepto yo puede tocarla o incluso mirarla
Hoy es la subasta por las drogas de carlotta y sé que hoy subiré mi poder como líder en la pirámide con esto, aparte de drogas se subastan las armas más peligrosas y radio activas y por ultimo mujeres y niños, vendrán capos de varios lados solo por la subasta
Hace unos días me dieron otro golpe muy bajo, utilizando uno de mis propios componentes en mi contra sé que fueron los sokolov y los konstantinidis quieren el poder de la pirámide y si lo quieren primero me tendrán que matar antes de dárselos
El operativo de OSMF me beneficia como venganza a la muerte de mi tío Leonard y lo sucedido con el suero, salgo de mi habitación listo para ir a la subasta, estamos en el castillo de Sicilia aquí se llevara a cabo el evento pero cuando salgo de mi cuarto escucho ruidos en la habitación de emilia, pero que mierda tengo prohibido que entren ahí rápidamente entro a la habitación y veo a gema usando su ropa y desacomodando todos sus libros que mande a traer de la mansión Carrington ella no se inmuta de mi presencia así que la tomo del cuello y la pego contra el librero
-hola amor espero que no te moleste pero no me gusta esta parte de mi habitación-trato de mantenerme lo más calmado posible para no meterle un tiro entre ceja y ceja se zafa de mi agarre y se voltea hacia mi poniendo sus manos en mi cuello trae dos coletas y moños gigantes la decoran, una blusa que se ve a Leguas que le queda justa es de color rosa una falda que llega 3 dedos debajo de los muslo tapando solo lo mínimo y por ultimo unas calcetas que llegan hasta sus rodillas me quedo viéndola con el ceño fruncido-no te gusta papi- se da una pequeña vuelta
Me en exaspera que no sepa su lugar tomo sus muñecas y las pongo arriba de su cabeza pegándola de nuevo al librero-en tu puta vida me vuelvas a llamar así y no vuelvas a entrar ni por equivocación en esta habitación-tomo su cuello apretándolo fuerte mente-aprende donde esta tu lugar gema entiende solo eres la otra, solo eres la puta que me follo cuando tengo ganas
La suelto y cae de rodillas jalando bocanadas de aire me volteo en dirección en la puerta pero siento como me galán del saco y rápidamente gema gatea hacia a mi poniendo sus manos en el broche de mi cinturón-ella no te complace thiago no como yo lo hago solo es una estúpida niñita que no me llega ni a los talones yo sería mejor reina que ella yo sé de todos tus negocio ella no sabe ni una pulgada yo puedo ser lo que ella nunca podrá llegar-cuando escucho eso la tomo del cabello sacándola de la habitación dirigiéndome ala mia cuando llego empujo a gema dentro
-¡cuida tu boca Gemma!-grito mirándola con ojos de fuego-nadie habla mal de emilia delante de mí y se escapa como si nada debes aprender que tu lugar es abajo y tú nunca llegaras a la sima donde ella esta
-esa puta no te perece thiago, nunca llega....-estaba diciendo pero la interrumpo al instante
-abajo-exijo con voz profunda y con un tono oscuro
-¿Qué?-dice con una mirada de con función me inclino más cerca elevándome sobre ella
-eres sorda o no oíste bien dije abajo, ponte de rodillas ahora mismo
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cadenas italianas (Completó)
Historical FictionHay ataduras en el mundo y pueden venir de diferente cosas pero las mías son lo peor atada al mafioso más poderoso del mundo Thiago Moretti mi atadura y mi pesadilla desde que era una niña desde los 7 años nunca comprendí que era el amor siempre qui...