Celebración

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Wei Wuxian miraba a todos los niños de las calles mirando al interior de la secta, las grandes ollas ardían en las parrillas hechas por los discípulos, en un inicio les pareció extraño lo que pedían los maestros, más una sola mirada del segundo maestro Lan los hizo obedecer, además de que incluso algunos de los discípulos que fueron con ellos ayudaban, habían comprado mucha carne, raíces de loto, picante, también harinas y algunas verduras para los maestros de Gusu. Justo ahora las chicas jóvenes de ambas sectas preparaban algunos dulces, los niños de la secta sonreían, corrían jugando con cometas, era como si la secta fría y aterradora de hasta entonces se volviera ahora  en una secta familiar, cariñosa, llena de vida, alegría, todo solo por un joven que vestía las ropas de la secta y cargaba a un par de bebés en brazos.

Wuxian sentía haber vuelto a su infancia, cuando todo era fácil, alegre, chicos de la calle miraban curiosos dentro, saboreando silenciosamente la comida que se cocinaba en la secta. Desde su lugar se puso a solo dar órdenes, Cheng le había dado esa autoridad, aunque fue sorpresivo para muchos, nadie se opuso,  menos cuando el alegre chicos se puso a ordenar cosas como para una gran fiesta, después de ir al salón familiar a encender incienso, se puso manos a la obra, preguntando por aquellas discípulas que aún no había visto, algo dudosas las damas se acercaron a recibir las órdenes, pero solo fue cuestión de algunos minutos para que todo Yumeng se volviera una zona de fiesta, Lan Wangji se limitaba a cocinar con las demás damas y cocineros, ya que solo el podía preparar la comida para su familia, eso incluía a Wuxian, el cual incluso había mandado llevar una silla para supervisar todo desde su cómodo lugar. Si alguien dijera que ese joven hermoso era la nueva "matriarca" de Yumengjiang no lo negaría, ya que tenía la dignidad de la dama líder de secta, solo acercándose más se darían cuenta de que no era una "dama", más bien un enérgico joven que degustaba todo antes de mandar indicaciones para arreglar el sabor.

Entrada ya la tarde la comida al fin era sacada del fuego, las puertas de la secta, antes cerradas se abrían de par en par, dejando entrar a todos los que desearan, los pequeños niños de la calle se empujaban para tomar un plato de sopa, la humeante sopa que Wuxian tanto amaba, Jiang Cheng al fin salió al escuchar todo el ruido, algo furioso por su distracción en el trabajo, más apenas salir su corazón se estrujó, era como volver al pasado, los chicos reían, los discípulos mostraban sus habilidades, mujeres sonriendo, con niños en brazos, los pobladores llevando algunos alimentos para repartir, mendigos, niños de la calle y viajeros comiendo en el amplio jardín de la secta, el sentimiento le llegó a los ojos, se volvió lágrimas, una se atrevió a escapar pero fue rápidamente limpiada. Wuxian que noto a su hermano salir, corrió a su lado, solo llevaba un plato de sopa en sus manos.

-Toma, te guarde un gran plato, no es tan buena como la de shitjie, pero es muy buena...

Hasta ese momento todos notaron al duro líder de secta, algunos de los que reían callaron, otros bajaron la cabeza, ya nerviosos comenzaban a buscar su escape, Cheng noto la tensión en el ambiente, por lo que sin más tomo el plato, estaba por retirarse cuando Wuxian lo jalo de la mano a la mesa que había mandado poner, la mesa que solían ocupar los señores Jiang, Wei Ying jamás se había atrevido a sentarse ahí, pero ahora solo estaban él y Cheng. Lo sentó, a su lado estaba Lan Wangji comiendo verduras, detrás las nodrizas de los bebés comían mientas  vigilaban que los niños no despertasen por el ruido, lo cual al parecer no les molestaba en lo mínimo.

-¿No te recuerda a cuando éramos niños?

-Ya no somos niños...

-No... Ya no lo somos... Pero aquí estamos ahora... ¿No te gusta la secta así?

-es ruidosa... Hay muchos que nisiquiera viven aquí... Nisiquiera son cultivadores...

-Pero te gusta... ¿No?, Yo sé que si... Come antes de que se enfríe.

Cheng tomo la sopa, el sabor era bueno, casi tan bueno como en sus memorias, todos los que guardaban silencio volvieron a hacer ruido, Cheng estaba llorando, todos se sentían dichosos de que la vida de la secta hubiese vuelto, las lámparas de papel comenzaron a ser encendidas, la música sonaba, los niños ya se guardaban en brazos de sus madres, solo los jóvenes seguían bebiendo y jugando, lo que más sorprendió a Cheng fue que la gente no dejaba de llegar, comiendo sopa, dulces, panecillos, algunos agricultores regalaron a la secta alimentos, puestos de la calle llevaron sedas, lámparas de papel, regalos al líder de Yumeng, en verdad era como volver en el tiempo.

Wei Wuxian se había retirado para llevar a los de la secta Lan a sus habitaciones, ya que todos dormían a las nueve, tras discutir un poco al fin Lan Wangji lo siguió de vuelta a la fiesta, Cheng se sorprendió de aquello, ya que según entendía Lan Wangji era muy apegado a sus reglas.

-Bebamos Wanyin...

-¿Acaso no está prohibido en tu secta?

-Lan Zhan no beberá con nosotros bobo, solo tu y yo, Lan Zhan solo vino a cuidarme...

-Bien...

-¿Que opinas de la secta ahora?

-Es como antes...

-¿Verdad?, Eso quería... Quiero que todos dejen de temer a esta secta... Que todos vuelvan a confiar en ti...

-ha, eso no importa...

-He puesto fuera algunos discípulos para que recojan quejas... Avistamientos de cadáveres o monstruos...

-¿Para que hiciste eso?

-Debes ayudar Jiang Wanyin...

-Eso es...

-Vamos, no seas gruñón ahora...

-Parece que la vida de Yumeng viajaba contigo... Mira cuánta gente... Incluso algunos ya se han dormido en medio de los árboles...

-No es así, la vida está aquí, como la secta... Siempre ha estado aquí... Mientras tu estés aquí... Yo solo vine a recordarte eso...

-Creo que ya estás ebrio...

-Claro que no... Lan Zhan... ¿Escuchaste eso?, Me llamo hebrio...

-Mn...

-Llevalo a dormir... Iré a arreglar la ronda de vigilancia de esta noche...

-Mn...

-Lan Zhan... Lan Zhan, me maltrata mucho... Abrazo...

-Vamos a dormir...

-No, quiero ir a nadar... Y comer pasteles de luna... Y manzanas con caramelo...

-No... Hora de dormir...

Jiang Cheng vio a su hermano del corazón alejarse con su pareja, ya pocos quedaban en pie, fue a dar su vuelta, mirando a los chicos algunos de los guardias se tomaban un descanso saludando a su maestro antes de cambiar su turno, Cheng los saludaba, sus pasos lo llevaron al salón de ancestros, dónde las placas de su familia descansaban, vio el incienso ofrecido por Wuxian, se acercó a las láminas... En el fondo, en una caja negra, sellado con un talismán para que nadie la abriese, la lámina que tenía el nombre de Wuxian, volvio a cerrar la caja, nadie debía saber de la existencia de dicha placa. Wuxian estaba vivo, no era necesaria... Y menos admitiría que había un lugar para el en el salón familiar de Yumeng.

HermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora