Inesperado

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Lan Qiren estaba aterrado ante la idea de ver a su sobrino al lado de ese revoltoso mocoso. Más ahora que su sobrino preferido asumía el control de la secta, estaba por enloquecer, el día de la vuelta de ese revoltoso mocoso estaba cada día más cerca, ya podía escucharlo corriendo por todo Gusu con los niños, malcriandolos, dejándolos comer todo lo que quisieran, gritando, rompiendo las reglas que hacía siglos habían establecido.

El día al fin llegó, un discípulo se apresuro a anunciar la llegada de Haguanju, junto a su familia, los que los habían acompañado al muelle de Loto volvían, las nodrizas de los pequeños cargaban a los niños, quienes parecían dormir, seguramente por el pesado viaje. Cada uno fue descendiendo de sus espadas hasta que al fin vio al revoltoso mocoso bajar al lado de su sobrino, pero parecía algo diferente... ¿Pálido?

-Saludos al tío...- su sobrino se apresuro a inclinarse, seguido de todos los demás, incluyendo a Wuxian, quien por primera vez desde que lo conoció no hablo en absoluto, dejándose llevar en completa paz hasta su habitación.

Qiren los siguió, pues no creía lo que veía, además también necesitaba hablar con su sobrino, sobre las nuevas responsabilidades que tendría al ser el líder de Gusu. Wuxian entro a la habitación y de inmediato se dejó caer en la cama, para recibir a sus hijos y posteriormente dormir.

-¿Está todo bien Wangji?

-Si tío, solo está algo cansado...

-¿Cansado?, ¿Solo es eso?, O quizá...- Qiren mismo se aterró de solo pensarlo, no podía estar esperando de nuevo, era muy pronto, los bebés apenas tendrian un año, no podía ser tan descarado...

El pánico subía cada día, después de que Lan Wangji fuera proclamado nuevo líder de Gusu. Lo normal sería que Wuxian estuviera armando un alboroto todo el tiempo, que al ser la pareja del líder tratará de mal educar a sus preciosos discípulos, más eso no paso, al recibir sus nuevas labores como "Matriarca" del Clan, cumplió con ellas.

Qiren casi se desmaya cuando lo descubrió recitando sin error alguno las tres mil reglas del clan, castigando de ese modo a los discípulos, comenzó a seguirle la pista, preocupándose en cada momento más. Los discípulos también parecían asustados de la nueva personalidad del revoltoso joven, más su esposo parecía completamente bien con eso. Incluso en los banquetes familiares comía todo sin decir palabra. Asustado a morir Qiren pidió ver a la pareja.

-Wangji... Es un poco grosero de mi parte preguntar, pero... Wei Wuxian... ¿Estás embarazado de nuevo?

Dichas palabras tomaron por sorpresa a ambos, que casi se atragantan con el té, Wangji palmeo cuidadosamente ma espalda de Wuxian que de inmediato estallo en risas.

-¿Que clase de pregunta es esa Señor?- Wuxian se estiró dejándose caer sobre el regazo de su esposo, sin importarle más la etiqueta o decoro.

-Actuas extraño estos días... Wei Wuxian, estás tan calmado... Es inevitable... No has hecho escándalos ni roto las reglas por dos semanas... Desde su llegada, ¿O es que estás enfermo?, ¿Envenenado?

-Tío, Wei Ying está bien... No le pasa nada...

-Imposible, Yo... Yo... Estoy seguro que algo pasa...

-Ha, está bien, trate de portarme bien, después de todo Lan Zhan es Líder ahora... Incluso líder de cultivadores, si hago algo mal todos irán en contra de mi Lan Zhan...-

-No importa...-

-Ya sé que dices eso Lan Zhan, pero quiero que todos vean lo gran líder que eres, y después lo grande que será Shizui y nuestro pequeño rábano, pero ya que el señor quiere una revuelta, eso le daremos...

Sin esperar más Wuxian salió corriendo de la habitación, solo dos minutos después Qiren salió a su búsqueda, no estaba en todo Gusu, los bebés tampoco, las nodrizas se postraban con la frente en el piso ya que no podían encontrar a las tres personas. Qiren se sentía algo aterrado, la mirada helada de su sobrino era como dagas penetrando su espalda, sin decirlo claramente lo culpaba de tal acto de desaparición.

Solo habían bastado dos minutos para que ese revoltoso ser desapareciera por completo, y los estragos eran claros, los discípulos no se atrevía a decir nada, pero era como si todo Gusu tuviera un invierno prematuro, incluso el clima parecía helado a pesar de estar a finales del verano todavía.

-Reportando al señor Lan... Si han revisado los pueblos cercanos, bosques y ríos... La pareja del líder no ha Sido encontrado en ninguna parte...

-¿Cómo puede ser eso posible?, Solo lo deje ir por dos minutos, no más... Es tarde y con dos pequeños a cuestas... Ese loco...

Las alarmas de Gusu sonaron entonces, anunciando a alguien sin invitación dentro del recinto, todos librados a defender su hogar, no obstante la gran amenaza que apareció fue un Wei Wuxian del brazo del líder de secta Nie, dos sirvientes llevaban a ambos bebés mientras Wuxian sonreía complacido.

-¡Wei Wuxian! ¿Que significa esto? ¿Dónde has estado?

-Ho, señor... Usted quería que fuera revoltoso, había planeado tomar a Gusu con mi ejército de conejos y manzanita al frente... Pero después llegó una carta del líder Nie... Así que fui a su ayuda...

-¿Sin avisar a nadie?¿Sin decir a dónde marchabas? ¿Llevándose a los dos niños...?

-Son míos después de todo, Lan Zhan prometió que Gusu no sería una prisión para mí ¿Porque entonces quiere mantenerme encerrado usted?

-Eso no...- Wei Ying estaba por estallar en carcajadas, claro que todo había Sido una broma para el viejo cascarrabias, más su tono dramático y de reproche eran perfectos para hacerlo sentir tan culpable, su broma se había extendido de no ser por la llegada de su esposo.

-Wei Ying...

-Ho, hola Lan Zhan ¿Conoces al líder Nie?

-apenas tuvo tiempos e respirar, fue arrastrado todo el camino hasta la primavera fría, para acto seguido ser arrojado dentro, congelando todas sus ideas antes de ser acompañado por su esposo.

-¿Es en serio Lan Zhan? ¿Me estás castigando?

-Mn...

-¿Que hice mal? Me aseguraste que no te importa a lo que hiciera, que podía hacer lo que yo...

-No vuelvas a irte... Puedes hacer lo que sea, romper las reglas que quieras, pero nunca irte... Sin mi...

Wei Wuxian estallo en risas, se acercó a su esposo abrazándolo con fuerzas, amaba tanto a ese hombre que no sabía que hacer.

-¿Entonces puedo irme si es contigo?

-Si...

-¿Puedo romper las reglas?

-si...

-¿Puedo manchar a la secta Lan?

-Nunca manchadas nada...

-Ho, mira que dulces palabras usas para seducirme Lan-er Gege... ¿Acaso quieres más bollos?, Podemos ser conejos... Te daré tantos hijos que podremos fundar nuestra propia secta y...

Sus labios fueron callados por los de su esposo, por un momento había olvidado dónde estaban, el frío apenas se sentía junto a ese hombre, más sabía que estaba enfadado, después de todo ser pareja le daba mayor conocimiento sobre ese hombre. No le había enfadado la broma, le enfado que no le mantuviera al tanto, y no quería más hijos, tenía miedo que de quedar embarazado de nuevo... Pudiera morir.

Lan Qiren miro hacía la primavera fría, hacía mucho que ambos se habían marchado, decidió dar la bienvenida al líder de la secta Nie, bien al parecer no podía alejarse del pequeño niño que sostenía en brazos.

HermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora