V. Mis lágrimas que se van a derramar

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El camino era silencioso, Caitlyn y Jayce parecían estar ciertamente metidos en sus pensamientos y no parecían querer compartirlos en voz alta.

Hasta que Caitlyn no pudo más con la incertidumbre que se revoloteaba en su mente.

— ¿Por qué fuiste justamente a ese hospital?

—Me ofende que olvides que también fui herido en aquella explosión — Respondió con un semblante feliz. Algo inusual en el inventor.

— Sabes a lo que me refiero

— No. No lo sé

Caitlyn detuvo su andar y le miró con una ceja levanta. Habito que, a sorpresa de nadie, había adquirido después de pasar unos meses con una mujer de cabello rosa

— El hospital al que vas, ridículamente caro, está del otro lado de la ciudad

— Oh. Eso — Soltó unas pequeñas risas al tiempo que negaba con la cabeza — Se llama cuidar mis intereses, Cait.

— ¿Tus intereses?

— Te lo explico cuando seas más grande

Y sin decir nada más reanudo la marcha hacía la comisaría.

Si Caitlyn hubiera tenido un objeto contundente en las manos este habría terminado en la cabeza de su amigo.

— Deja de tratarme como a una niña

— Cuando dejes de ser la pequeña niña que jugaba a ser detective, Cait, solo hasta entonces — De nueva cuenta rio por lo que fue golpeado por Caitlyn en el brazo — Oye, ese es el brazo bueno

— Y ni siquiera me pienso disculpar — Le dedico una mirada soberbia y comenzó a caminar más rápidamente, puesto que aquella insinuación realmente le había molestado aún sin que ella supiera el por qué.

[...]

— ¡Ya llegaron! — Escucharon la voz de una de las aprendices que se encontraban en la comisaría, se escuchaba feliz y aliviada.

De pronto todas las miradas estaban sobre ellos y algunos comenzaron a rodearlos.

¡Qué afortunado!

— ¡Sabíamos que los engranes jugarían en su favor en esta ocasión!

—Gracias por sus palabras — Mencionó Caitlyn — Ambos estamos bien, un poco magullados, pero nada grave

— ¿Han tenido avances con la investigación? — Habló el hombre del martillo.

— No — respondió uno de los vigilantes de la zona cercana al lugar donde se habían dado los incidentes — Y dos de los sujetos escaparon

Caitlyn y Jayce se dedicaron una mirada significativa ese era el peor de los escenarios que se podían plantear.

— ¿Qué hay con el sujeto que atacó a Cait?

— Uy, ese pobre sujeto... — Negó un poco con la cabeza

— ¿Murió? — La voz de Jayce estaba bañada en asombro

— ¡No! No, supongo que en este momento desearía estarlo, pero está vivo — Un escalofrío le recorrió, ni siquiera podía imaginarse el dolor que se debía sentir con tantos huesos rotos.

Lejos de ti [Caitlyn Vi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora