𝐒𝐭𝐚𝐲 𝐡𝐞𝐫𝐞

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La noche era friolenta y en un pequeño balcón se encontraba una chica de aspecto desalineado, fumando un cigarrillo mientras miraba la hermosa luz de la luna y pensaba en sus mierdas. Estaba atrapada en una relación de mierda de la cual no podía salir, no porque no pudiera, sino que se aferraba a aquel demonio llamado Eren Jaeger.
Estaba tan sumergida en sus pensamientos que no se dio cuenta de la presencia de su amado, el cual se había posicionado a un lado de ella, recargándose en el barandal del balcón para robarle un cigarrillo e imitar las acciones de la contraria, ella no tomó mucha importancia a su presencia y siguió como si nada, hasta que el chico habló.

– ¿Estas enojada?, estas así desde el show de hace unas horas.

Que hijo de puta, lo dice como si no hubiera estado apunto de besarse con una de sus compañeras de banda delante de mis narices.

– No, como crees, no es como si no fuera normal estar apunto de besarte con otra chica, estando tu pareja enfrente.– dije claramente con sarcasmo mientras apretaba la punta del cigarrillo contra el barandal para apagarlo, seguido, entre al departamento y me acosté en la cama con la intención de dormir, cosa que no tarde en conseguir, cayendo en un profundo sueño.

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Era de día y la chica apenas se despertaba, tallando suavemente sus ojos con el dedo índice echo puño, después de estirarse pudo darse cuenta que a su lado no se encontraba el demonio, no sabía si sentirse mal o bien por ello. Era jodidamente hermoso ver el rostro de su amado al despertar, simplemente una obra de arte, pero al no verlo ahí pudo sentir un pequeño vacío en su pecho.
Ignorando aquello, decidió levantarse y dirigirse a la cocina, para su sorpresa, ahí se encontraba su chico, preparando el desayuno. Él todavía no notaba la presencia de la contraria por lo que aprovechando la situación, camino hacia él con sigilo para abrazarlo por la espalda, este soltó un pequeño jadeo de sorpresa pero llevó una de sus manos hacia una de la contraria, la cual se encontraba en su torso.
Se quedó unos segundos así para después soltarlo y sentarse en una de las sillas del comedor, esperando el desayuno, el cual no tardo en aparecer frente a ella en un plato, empezó a desayunar junto al chico pero el ambiente estaba incómodo.

Blue jeans | Eren Jaeger Donde viven las historias. Descúbrelo ahora