Shaina sentía que en ese mismo instante podría derrumbarse.
Shaina jamás sintió nada por nadie, todo lo que alguna vez sintió fue por el, la persona que mejor la había tratado, quien la había visto sin la mascara que solo ocultaba la verdad: que ella también sentía y que a veces, podía llorar y derrumbarse. Como todos.
Verlo la primera vez, fue como descubrir que el amor existía y que el universo tenia colores.
Que tal vez, los libros tenían razón.
¿Cómo pudo ser tan ilusa?
—Yo y Saori Kido... ¡estamos saliendo!— Exclamó Seiya tomando la mano de la diosa.
Shaina siempre creyó que era fuerte, bueno, esta era una prueba de que no lo era del todo.
Tan solo queria llorar hasta desgarrarse la garganta, gritar, golpear a todos, o todo a la vez. Sintió como si alguien le hubiera roto la mascara y le hubiera echado agua helada, y todo eso mientras estaba desnuda.
June y Marin, la vieron con pena, no se imaginaban lo que debía de sentir.
Todos no sabían si aplaudir o hacerles preguntas. Todo era tan confuso.
Retorció la boca bajo la mascara, que era el telón perfecto para fingir que en realidad no estaba articulando ningún gesto. Seiya y Saori se acercaron a ella, a pesar de que la mascara ya no era obligatoria, para ella era lo que protegía de ser débil. Los felicito, con el dolor de su corazón, y la mirada cómplice de su amado. June y Marin hicieron lo mismo, para después, alejarla de ahí, benditas sean.
El campo de entrenamiento.
El lugar donde se soltó a llorar, se sentía tan pequeña, lloraba por el. Es que, en verdad lo amaba. Amaba cada parte de el, su cabello, su sonrisa, su voz, su personalidad, sus brazos... hasta su terquedad. Pero mas que claro, era que Seiya jamás amaría a alguien que no fuera la reencarnación diosa Athena, y esa era su condena.
Lloro como nunca antes y.... se sintió como si de verdad hubiera sacado un peso de encima.
Kikki, ese amable niño, les sonrió y les dejo una carta y luego simplemente se fue.
Todo era tan raro, esa chica italiana con los ojos hinchados de verdad que llamaba la atención.
—"Sean cordialmente invitadas, por la Diosa Athena y el Caballero de Pegaso, a una honorable fiesta, para celebrar que el amor triunfó"— Concluyó Marin.
—¡Vaya mierda! y pensar que esos tortolos apenas y iniciaron hoy— Bromeo June.
Shaina sintió que su mundo se caía. Podía soportar todo, menos eso, nadie seria capaz de amarla, y al parecer, ella de volver a amar a un hombre, tampoco. Lo supo desde el instante que los ojos de Seiya la miraron con lastima.
—Shaina, ¡joder! tienes que ir, no porque Seiya se decidió por otra, vas a renunciar a divertirte, mira hay hombres calientes y guapos por doquier, solo busca— June la animo, estaba tan cansada de oir a Shaina lamentarse, joder, si no iba Shaina, nadie iría, y ella no se perdería nada porque a Shaina la rechazo Seiya.
—¡Tu no entiendes! y si.. ¿anuncian su compromiso? ¡no podre vivir con eso!.
—¡Pues lo anunciaron y ya! Tu tendrás que aprender a vivir con eso, entiéndelo, paso y ya— Grito molesta June.
Marin la miro mal.—Escucha Shin, Seiya no te quería, no debes encerrarte por eso, algún día vendrá a alguien que te amara con la misma intensidad.
Después de tantas suplicas, la cobra accedió. Pues la verdad no quería que June la odiara y al día siguiente la mirara feo. Y pues, no tenia nada que perder. Solo evitaría ver a Seiya tan feliz con su novia, ya que corría peligro de llorar frente a el. Y bueno, estaría bien mostrarse sin su telón después de tanto tiempo. Y pues también podria recordar lo miserable que era ante una puta diosa salvadora de la humanidad.
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El miedo de Shaina
FanfictionMiedo: Sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario. Shaina era una mujer extremadamente orgullosa, era increíblemente temible como nadie mas. Era la belleza y pesadilla en persona. Luego de que fuera rechazada po...