Dulces sueños

2K 172 4
                                    

Fue un día largo y agotador para Jennie, ya que tuvo horarios consecutivos durante aproximadamente siete horas seguidas, apenas teniendo tiempo suficiente para siquiera respirar.

Sin embargo, su día comenzó un poco temprano, así que regresó al dormitorio por la noche. Lisa y Jisoo tenían horarios por la tarde, así que no estaban en casa.

Jennie llegó al dormitorio, exhausta y con una desesperada necesidad de una ducha caliente y una buena comida.

─ Estoy en casa. ─dijo cansada, esperando que Rosé viniera corriendo de inmediato a recibirla, como un cachorro entusiasta.

A diferencia de las demás, Rosé había terminado todos sus trabajos el día anterior, como la perfeccionista que era, y hoy tenía un día libre.

Cuando no recibió respuesta, Jennie se preguntó si su compañera estaba siquiera en casa. Por lo general, Rosé solía estar en la sala, viendo un drama o tocando su guitarra.

La morena estaba demasiado cansada para pensar correctamente en eso, así que se dirigió directamente a su habitación para la ducha que tanto necesitaba.

Lo que la saludó cuando entró a su habitación calentó su corazón al grado que pensó en saltarse la ducha caliente por completo.

Allí, acostada en su cama, agarrando uno de sus ositos de peluche contra su pecho, estaba Rosé profundamente dormida. Su boca estaba ligeramente abierta y se podían escuchar ronquidos leves si se prestaba suficiente atención.

Y Jennie siempre prestó mucha atención a los adorables gestos y hábitos de Roseanne Park, aunque no lo pareciera la mayoría de las veces. Siempre tuvo cuidado de no dejar que su pequeño (descomunal) enamoramiento por la joven rubia no fuera demasiado obvio. Aunque sospechaba que Lisa y Jisoo ya lo sabían, no importaba cuán sutil tratara de ser.

La morena se quedó allí con una mirada cariñosa en su rostro, mirando a Rosé durmiendo en su cama con su osito de peluche y probablemente su suéter de gran tamaño, por lo que podía ver.

Después de un tiempo, decidió dejar de ser tan malditamente espeluznante e ir a darse una ducha rápida.

Casi esperaba que Rosie estuviera despierta para cuando terminara, pero la niña aún dormía tranquilamente.

Jennie se pusó su pijama de algodón negro y fue a prepararse algo para comer, asegurándose de que Rosé se sintiera cómoda bajó las luces y puso algunas melodías lentas y relajantes.

Estaba tomando un jugo y unas tostadas cuando las otras chicas entraron, siendo ruidosas, tan ruidosas como sólo ellas mismas podían serlo.

─ Oh, Dios mío, chicas shhh. ─susurró en voz alta.

Lisa y Jisoo se calmaron de inmediato y Jennie les hizo señas de que Rosé estaba durmiendo. Ambas hicieron una mueca de "Ohhh" y procedieron a dirigirse silenciosamente a sus propias habitaciones.

La morena se comió sus tostadas con mermelada, considerándose demasiado cansada como para poner un esfuerzo mayor por hacer otra cosa.

Se apresuró a entrar en su habitación para asegurarse de que Rosé no se viera afectada por el alboroto de hace un rato y, afortunadamente, todavía dormía como un bebé.

Jennie decidió simplemente unirse a ella y tomar una siesta a su lado, ya que también tenía mucho sueño, debido a que comenzó temprano ese día.

Fue difícil maniobrar para llegar a la cama, pero se las arregló para hacerlo con la menor molestia posible para la joven rubia.

Finalmente se recostó cómodamente y observó un poco más la cara de dormida casi angelical de su menor.

Se parecía mucho a un bebé con el rostro desnudo y los labios entreabiertos. Y los ronquidos lentos y suaves la hicieron un poco más entrañable.

Jennie metió un poco de cabello que había caído sobre la cara de Rosé detrás de su oreja y la rubia inconscientemente se movió un poco hacia la cálida mano de Jennie, quien tuvo que evitar chillar como una niña pequeña por el simple movimiento.

La morena no pudo contenerse y decidió darle un beso rápido en la frente que se convirtió en uno sincero y persistente, y fue entonces cuando Rosé se movió un poco debajo de ella.

Murmuró algo incoherente y acercó a Jennie por la cintura. Se acurrucó en el cuello de la mayor y pasó una pierna por encima de ella.

Jennie estaba completamente congelada porque no podía creer que esto estuviera sucediendo. Tenía la mitad de su mente debatiéndose entre pellizcarse para despertar de este increíble sueño en el que estaba o actuar como estatua.

Después de un tiempo de colapso mental silencioso, se fundió en el abrazo de Rosé hasta que se enredaron la una en la otra. Jennie estaba pasando suavemente sus dedos por el cabello de Rosé y si no supiera, diría que la chica a su lado ronroneaba un poco por eso.

─ ¿Jennie? ─susurró Rosé con voz ronca, espesa por el sueño.

─ ¿S-Sí? ─respondió la morena, no queriendo que su menor se fuera de su lado ni queriendo dejarla ir.

─ Dulces sueños. ─dijo Rosé en voz baja y se acurrucó aún más cerca de Jennie si eso era posible.

─ Para ti también, Rosie. Para ti también. ─dijo Jennie, antes de dormirse, y ​​sus sueños fueron los más dulces que ha tenido en mucho tiempo.

One - shots (Chaennie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora