¿Qué eres?

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Unos pasos pesados la despertaron de su siesta. Se había quedado dormida ante la chimenea. Unos ruidos al otro lado de la puerta la asustaron. Corrió a ocultarse detrás de unas pieles que colgaban como cortinas separando la estancia en dos, el otro lado era como un cobertizo lleno de paja y telas. Melissa rápidamente se escondió bajo un montón de paja tapándose con su manta y se tapó la boca para no hacer ningún ruido. No parecía ser Tareck y eso era lo peor que le podría pasar. Alguien lo buscaba. Hacía ruido. Desordenaba las cosas. Le daba la vuelta a la cama, miraba bajo la mesa. Entonces su sombra se paró delante de la cortina. Melissa tragó saliva y apretó los ojos.

- ¿Qué haces tú aquí? - oír la voz de Tareck la hizo soltar un gemido de alivio que el otro individuo pudo oír, notó como dejó de mirar a Tareck para fijarse en el cobertizo y acercarse más. - He dicho, ¿qué haces? - Tareck lo cogió por el brazo bruscamente. El hombre era un poco más bajo que él, tenía el pelo castaño claro, lo tenía trenzado a los lados y una larga barba que le llegaba al pecho. Era robusto y gordo.

- Estamos buscando a Goran. Lleva días sin aparecer.

- ¿Quién lo busca?

- Padre.

- ¿Qué te hace pensar que está aquí?

- Sabemos que era tu amigo.

- Eso dijo él, no yo.

- Esa hostilidad tuya... Me hace tener la sensación que me estás ocultando algo.

- Acabo de volver de una larga caza en Abelgrán y estoy cansado, quiero darme un baño y dormir, si no te importa.

- ¿Y el venado? ¿Dónde está lo que has cazado?

- En sal. Justo venía de mi cueva. - entrecerró los ojos sonriente.

- Ya. Está bien. Si sabes algo de Goran, si lo ves, dile que vaya a ver a Padre.

- Muy bien. Adiós.

Tareck cerró la salida. Olfateó el aire y de un brinco se plantó ante Melissa.

- Sal. - se apartó a un lado para dejarla salir. - Ponte esto. - le tiró unas pieles sobre la cama desordenada. Era una toga que le quedaba enorme.

- Vamos a bañarnos. Apestas a novedad. Lo notan hasta los animales.

Abrió la puerta, Melissa estaba detrás envuelta en la toga como una niña detrás de su padre. Melissa le llegaba a los codos. Tareck la cogió de la mano y la arrastró hasta una pequeña laguna humeante de color azul cielo. Era agua caliente y cristalina. Él se quitó la ropa y se paró desnudo delante de ella. Melissa cerró los ojos. Lo tenía demasiado cerca y desnudo. Su miembro colgante y brutal la señalaba tranquilamente dormido en su entrepierna. No quería volver a desnudarse ante él. Meneó la cabeza y dio un paso atrás. El hombre dio un paso adelante y en un segundo la destapó del todo. Melissa se dejó caer de rodillas tapándose los pechos con sus brazos llorando desconsoladamente. Tareck suspiró y se frotó la cara. Tomó su mentón esta vez con delicadeza.

- ¿Qué eres? Tu cuerpo, tu voz. Eres débil, suave, no pesas, no tienes pelo, haces ruido y te gotean los ojos.

- ¿Puedes entenderme?

- Sí.

- ¿Dónde estoy?

- Yo hago la preguntas aquí. Dime qué eres.

- Soy una mujer. - Tareck frunció las cejas confundido y se sentó ante ella. Melissa tenía el conocimiento de su lado, ella tenía todo el poder. Era superior en todo excepto en fuerza, debía usar su conocimiento sabiamente sin ir en su propia contra. - Tú eres un hombre.

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⏰ Última actualización: Oct 16, 2023 ⏰

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