𝐈 𝐇𝐚𝐭𝐞 𝐘𝐨𝐮 ━━ 𝐷𝑟𝑎𝑐𝑜 𝑀𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦

[𝟏𝟏] 𝐇𝐈𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐁𝐈𝐓𝐄𝐒

"Oh, I had a lovely night".
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Estaba perfectamente abrigada y cómoda cuando desperté, hasta que los destellos de anoche interrumpieron mis tranquilos pensamientos. Me besó, algo así. No era el beso que yo llamaría beso, pero era algo. La sensación fue exquisita, algo que nunca antes había sentido.

Podía escuchar perfectamente su respiración, que sonaba tan tranquila. Ambos estábamos a nuestros lados, mi brazo alrededor de él y su brazo alrededor de mí. Aunque todo era perfecto, me sentí tan estúpida. No pude detenerlo anoche, se sintió tan bien que me perdí por completo.

Gimió suavemente por lo bajo y comenzó a mover un poco el brazo, así que supuse que comenzaba a despertar. Aparté mi brazo de su torso y mantuve los ojos cerrados, tratando de evitar situaciones incómodas.

Sentí que tomaba mi brazo y volvía a rodearlo con él. Sonreí un poco para mí misma y aparté mi brazo para burlarme de él. Se rió entre dientes, mientras lo sentía poner su brazo alrededor de mi espalda y tirar de mí encima de él. —¿Qué estás- —dije.

—Shh. No deberías haber quitado tu brazo. —dijo con su voz cansada y ronca. Envolvió sus brazos alrededor de mi espalda para que no pudiera alejarme y me quitó el cabello del lado del cuello donde estaba su rostro. —Voy a poner mi brazo hacia atrás si me dejas ir. —dije, tratando de contener una pequeña risa.

—No, me gusta esta posición. —dijo, con una mano casi en mi trasero y la otra jugando con mi cabello. —¿Y qué pasa si nuestros amigos entran? —le pregunté, poniendo mis manos en su pecho viendo que no tenía ningún otro lugar donde ponerlas. —Me encantaría ver su reacción. Imagina sus caras cuando vean las mordidas de amor en tu cuello. —él dijo.

Puse los ojos en blanco, odiando la idea de explicarles a todos dónde conseguí esos chupones. —¿Por qué no los llamas chupones como cualquier persona normal? —intenté alejarme de él de nuevo, pero era demasiado fuerte para mí. —Mm, justo así. —él gimió.

Y me di cuenta de que mientras trataba de soltarme de él, accidentalmente me frotaba contra su entrepierna. Mierda.

—Ew, pervertido, ¿puedes guardarte tus pensamientos sucios? —dije, apoyando mi cabeza en su pecho de nuevo. Nunca me había sentido tan nerviosa y tranquila al mismo tiempo, era extraño.
—No te importaron anoche. —él dijo.
Sabía que estaba sonriendo.

—Debes estar orgulloso de ti mismo. —suspiré, sin notar que estaba dibujando pequeños círculos en sus clavículas con mis dedos. —No fue tan sorprendente en realidad. Pero me alegro de poder pensar todo el día en que gimes mi nombre. —dejó un pequeño beso húmedo en mi punto de pulso, mientras su mano se movía un poco más abajo.

—No quiero pensar en eso, Draco.

—No finjas que no te hice correrte en unos minutos. —siseó, su mano agarrando mi trasero en este momento y frotándome contra él de nuevo. —Joder. —gimió mientras me mordía el labio. Lo peor, o tal vez incluso lo mejor, fue que sentí que se ponía duro contra mí.

—Quiero que pienses en ello cada segundo de cada día. Cómo te estaba complaciendo.
Bajó su otra mano de mi cabello, a mi espalda, y la puso debajo de mi camisa. —Y cómo me dijiste que usabas ese sostén para mí. —jugó con la parte de atrás de mi sostén, rascándose las uñas burlonamente sobre la tela.

—No estaba pensando con claridad cuando dije eso. —mentí. Pensaba perfectamente mientras me tocaba.

—¿Y por qué? ¿Porque estaba frotando mi dedo contra tu clítoris? —me preguntó, agarrando mi trasero firmemente con su gran mano de nuevo. —Podría haber sido mi polla, niña, pero estás demasiado nerviosa para eso, ¿eh? —sentí sus dedos bajando de mi trasero, hacia el interior de mis muslos. Siempre me toca allí porque sabe que es sensible.