No Compatible; Shawn Hunter

Chapter eleven: Hospital

—Y le darán morfina...si...lo lamento tanto Óscar, si, te veré ahí —La madre de Shawn hablaba con su abuelo Óscar— ¡Shawn! ¡Ven aquí!

—¿Si Virna?

—Ve a la casa de Cory, tu abuela está en el hospital y debo ir —suspira— a verla...

—¿La abuela Celia? ¿Que le pasó? ¿Por que está en el hospital?

—Es algo que a ti no te incumbe, avísale a tu padre que no voy a volver, y que piense mejor las cosas antes de hacerlas.

—P-pero...

—Ya basta...ve a la casa de Bory o lo que sea...

—Es Cory...

—Si, si —Al terminar de hablar se marchó a paso enojado de la casa.

Tenía que pensar cómo le diría a su padre todo lo que estaba pasando. Pero por otro lado la ira y la tristeza fundidas en una sola, hacían que Shawn actuara distinto a todos los días.

Salió detrás de su madre intentado que no lo viera. Se dirigió a el parque más cercano. Su cabeza estaba totalmente mareada, tenía ganas de mandar todo a la mierda y suicidarse pero aquel sentimiento de su cerebro era no más que un manto para tapar el dolor y la falta de afecto que su corazón necesitaba.

En su camino se le atravesaron dos niños jugando a la pelota a los cuales pateó sin ninguna lástima. Su enojo se duplicó cuando el empleado del mercado no le vendió la cerveza por ser menor.

En medio de su ira contra su madre por haberse marchado y con el empleado por no venderle una cerveza, una melena rubia y un olor a vainilla se atravesaron por su camino deteniendo todo.

—Deme una gaseosa, por favor.

—Si, claro, ¿cola?

—Si, gracias.

Ella estaba pidiendo un refresco al empleado mientras el salía con brusquedad del mercado.

La rubia a pesar de estar totalmente distraída, el icónico hoodie de Shawn la hizo reconocerlo.

—Ah, hola...

—Hola

—¿Estas bien? —Cher se preocupó al ver que debajo de su oscura capucha una lágrima plateada escapaba de sus ojos.

—Si, adiós

El intentó irse, ella lo detuvo.

—¡Hey! Espera...se que no estás bien, ven a mi casa, no hay nadie ahí...

Shawn soltó una sonrisa débil —¿Por que me ofreces cosas tan bonitas en momentos tan horribles?

—Porque es cuando más lo necesitas.

El castaño terminó resignandose a esos ojos azules que tanto le gustaban.

Al llegar el silencio inundó el corazón de Hunter. La calidez de un hogar lo abrazó de repente y no podía sentirse mejor.

—¿Quieres? —Ofreció la rubia después de darle un sorbo a su bebida.

—¿No tienes...algo más fuerte?

—Si me cuentas lo que te sucede, puede que saque uno de los licores más caros de la ciudad de mi alacena, si no...no tengo, lo siento.

Shawn descargó todo el frío de la calle en un largo suspiro.

—Mi madre, nos abandonó a mi y a mi padre...

—¿¡Que!? Eso es terrible...

—Ajá, y además...mi abuela está en el hospital y ni siquiera sé por qué...

—¿Que hospital?

—No tengo idea...

—¿La quieres?

—¿Que?

—A tu abuela...

—Es la única mujer que me ha aceptado más allá de seis días...

Cher sintió aquel reclamo hasta en la tripas.

—Bien, si tanto deseas verla, podemos ir al hospital central y desde ahí...veremos si han llamado o de alguna manera la buscaré...

—¿Por que?

—Porque...yo...yo te quiero, Shawn...