Taehyung POV.
Este sentimiento de estar cayendo en las garras del enamoramiento, es simplemente un torbellino de mariposas en el estómago, sudores fríos recorriendo mi sien y respiraciones aceleradas acopladas a un corazón que amenaza con salir sin aviso de mi pecho. Es llegar al punto de ignorar por completo mi raciocinio y dejarme guiar por las corazonadas. Es sentirme desfallecer con el roce de aquellas manos tan suaves, tratándome como la pieza más delicada de una escultura hecha tras jornadas interminables de trabajo.
Él me hace sentir como objeto merecedor de una parsimoniosa admiración, cosa que a día de hoy no he logrado acostumbrarme.
La manera en que nuestros dedos se entrelazan, siendo esto la clara imagen de dos piezas de un rompecabezas que encajan a la perfección, la manera en que nuestros abrazos nos quitan más de un suspiro por una tranquilidad fuera de este mundo, y como únicamente sus labios generando una coordinada y maravillosa danza sobre los míos podían hacerme caer en la realidad que tanto anhelé, no consiguen más que recalcarme lo afortunado que soy.
Sus besos sobre mi nuca cuando la fastidiosa indecisión sobre qué camisa escoger y un susurro tan peligrosamente cerca de mi oreja haciéndome delirar entre sus fornidos brazos diciendo algo tan banal como "con cualquier cosa te verás precioso", son el cierre perfecto para una situación que a ojos de un tercero parecería insulsa. Pero no, él es cualquier cosa menos insulso junto con todos los sinónimos que dicha palabra arrastra.
Siendo sincero, no tengo la menor noción del momento en que caí rendido y desprotegido ante aquellos ojos tan expresivos que, como cereza del pastel, lo son solamente conmigo. Menos recuerdo cuándo fue que comencé a relacionar con él todas aquellas letras de canciones románticas que antes me resultaban tan cursis, e incluso indiferentes. A su vera siento que podría escribir mil versos iguales a esas cursis canciones románticas y cantárselas hasta frente la más grande multitud de personas mostrándome, más que débil respecto a sus encantos y el amor que siento por él, con un júbilo antes desconocido.
Soy feliz mientras le veo con aquel ridículo pero gracioso delantal que compramos en una de esas secciones de hogar en el supermercado cocinando algo que seguramente aliviará mi estómago y mientras le veo mirando de forma despectiva los matinales (vaya a saber Dios el porqué ya que es una constante ruleta de críticas frente las cadenas televisivas nacionales). Soy feliz cuando solo vaga sobre las sábanas de una cama recién hecha, cuando pone música a todo dar los fines de semana por las mañanas para "levantarnos de mejor ánimo", incluso cuando hace adorables pucheros al momento de reprocharle el que viniera el vecino a quejarse debido a la, para nada sorpresiva, música de levantarse con mejores ánimos.
Él también es una caja de sorpresas, cosa que a veces me hace ver como el chico más mimado en la vuelta al planeta a sus anchas. Me consiente con un helado a la salida del edificio, con una repentina cita al parque cerca del mismo o comprándome un par de calcetines que pude encontrar lindos en alguna tienda del centro comercial.
Por otro lado, cuando por fin pude decir, y con un orgullo que me inflaba el pecho, la frase "nuestro hogar" luego de tanto tiempo de sacrificios, reprimidos respecto a adquirir la última chaqueta de moda de la temporada o salidas de fiesta derrochando dinero como si no existiese un mañana, me hizo caer en la cuenta que sin duda él valió todos y cada uno de esos sacrificios.
Este sentimiento de estar cayendo en las garras del enamoramiento era un constante sube y baja, un aprendizaje continuo del cual me instruyo sin cansancio.
No puedo decir que estoy total y completamente enamorado de él, porque sería darle un fin tajante a un sentimiento del que no quiero parar de experimentar. Cada día me enamoro más y más de él y su fascinante esencia; esencia tan única, inigualable, etérea y cautivadora.
Él es todo aquello que en el fondo siempre quise pero nunca me di el tiempo de buscar. Él es...
— Amor... Es hora de despertar. Te suplico que sigas con tu vida, tal cual dije por última vez en esa fría y pálida cama de hospital mientras sollozabas por lo bajo intentando disimular un dolor desgarrador con una de tus bellas sonrisas rectangulares, a la par que a nuestro alrededor todas esas máquinas que tanto odiabas generaban aquel pitido irritable de unas constantes vitales que segundo a segundo se iban apaciguando. Estoy bien, te prometo que estoy bien. No veo el día ni la hora de volver a encontrarnos en otra vida para amarnos con la misma intensidad que hicimos en ésta. Somos almas gemelas, ¿lo recuerdas? Seguro que sí. Nuestro amor puede traspasar cualquier barrera del espacio-tiempo, del destino y de cientos de universos consecutivos. Te juro que, ahora sin saber cómo ni cuándo, una vez te halle, tendré la fuerte convicción que eres tú, para así volver a amarte con locura, deseando también en lo más profundo de mí que dicha vida me dé la posibilidad de entregarte todo lo que no alcancé en ésta y así construir nuestro "pequeño universo." Pero mi amor; mi preciado y ahora tan sufrido amor, es hora de dejarme partir...
Este sentimiento de estar cayendo en las garras del enamoramiento gracias a Jeon Jungkook, son constantes e incontables despertares en medio de la indolente, fría y despreciable oscuridad sin un cálido brazo que me obligue a quedarme entre las mantas por cinco minutos más, son una que otra solitaria e inconsciente lágrima rodando por alguna de mis mejillas que terminan por perderse en mi quijada y son horas mirando algún punto fijo en la pared de su lado de la cama que así sin más, hoy es dolorosamente grande. Son sábanas que me he negado a lavar independiente de lo poco higiénico que esto pueda resultar por un abismal miedo a que estas pierdan su olor y son nudillos blancos debido a la presión en los fuertes agarres a la chaqueta de cuero que en algún recóndito cumpleaños le regalé, contra un tembloroso pecho consecuencia de mis silenciosos sollozos.
Este sentimiento de estar cayendo en las garras del enamoramiento, es una película de recordatorios de que mi alma y cuerpo siempre estarán enlazados a alguien que hoy no puedo darme el lujo de tener... Y me convierto en un melancólico cinéfilo por ello.
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Almas gemelas (Kookv) [ONE SHOT]
Fiksi PenggemarCaer en las garras del enamoramiento de aquel ser de cabellos oscuros, mirada penetrante y contagiosa sonrisa conllevaba un constante aprendizaje. Curiosamente, un doloroso pero a su vez inevitable aprendizaje, del que Kim Taehyung aún era un afanos...