SAVE ME (TAEHYUNG & T/N)

6.- Un triste día

Eso... eso lo solía decir yo, quizás si pueda recordar.
Me quedo pensando y solo asiento, no pienso decir nada. Todo está mal. Quiero mi madre me acepte así. Pues no hay vuelta atrás, recordaré poco a poco.
Mi padre antes de irse me da un beso en la mejilla y un buenas noches.
Al quedarme sola, me pregunto que si con frases mías, recuerde poco a poco. Las cosas las dejo en la otra sala y voy a la cama, y me quedo dormida. Mientras duermo anhelo soñar algún recuerdo pero no es así. No sueño nada o al menos eso creo solo veo todo oscuro.

Mi alarma suena y ya son las siente de la mañana en punto, me levanto y reviso lo que hay en la bolsa que mi padre me dio, y hay una blusa azul grande , junto con esta hay una blusa de tirantes que creo que va a juego, ya que es ajustada y la blusa azul es enorme. Por otro lado en otra de las bolsas hay un par de jeans uno es negro y otro es de color azul ambos rasgados, me encantan, por último veo la última bolsa y veo que hay una caja de zapatos y al verlos me sorprende ver que sean unos Converse negros. Me encantan así opto por usar eso. Me dispongo a bañarme y lo hago, solo traigo un labial así que me pinto los labios una vez que ya estoy lista. Salgo de la habitación y me encuentro con mi madre. Ella me observa molesta.

-Siempre haces lo que quieres. Bueno por lo menos traes el abrigo. No sé ve mal así-relaja su actitud al ver que llevo eso. En ese momento le muestro la blusa y es la blusa que ella me dio. Llevo los Converse, pantalón de mezclilla y al ver la blusa que me dio solo sonríe y asiente.

-Y... ¿papá?
-Ya viene, deberíamos bajar ya, él nos alcanzará en el lobby del hotel.

Bajamos por el ascensor en silencio. Algo incomodas.

-Ya sabía que harías algo así. Siempre adoraste usar esos zapatos y pantalones así.

La volteo a ver, sorprendida por lo que acaba de decirme... creo que... ¿creo que fue un cumplido o fue un insulto?

-Es un cumplido, no quiero que explotes furiosa como solías hacer-fue como si leyera mi mente-solo temía que vinieras vestida como más te gusta, incluso así como vienes te resultaba incómodo, así te sientes hoy, ¿cierto?

-Este... no lo sé, solo sabia que el traje no era una opción buena para ir a la playa. Esa fue la primera razón que se me ocurrió al ver lo que había traído para mi, igual gracias.

Solo asiente y se mantiene seria. Y un silencio rotundo nos mantuvo así durante unos tres minutos, después de esos minutos mi padre salió y me sonrió, sin embargo, su sonrisa no me demuestra algo de alegría ya que sus ojos los veo melancólicos y misteriosos.

Sin decir palabra los tres no dijimos al ascensor del hotel, para bajar a la recepción y salir de allí. Al trasladarnos hacia la planta baja, el ascensor se detiene en el sexto piso, un chico entra y pulsa el botón con el número uno y las puertas de este se cierran. Yo voy hasta atrás mis padres están delante de mi al lado izquierdo por lo que no me pueden cubrir, algo noté cuando ese chico entró, me recuerda alguien, aunque no puedo recordar, mientras él va delante de mi, yo lo observo y su cabello de color azul, tiene una silueta delgada, veo sus manos que están a sus costados. No puedo ver la cara, supongo que cuando entro ni siquiera me miro. Voy intentando recordar y algo me dice que lo he visto, pero lo recuerdo dónde. En ese momento se detiene el ascensor y el hombre misterioso de cabello azul sale corriendo. Nosotros vamos detrás de él aunque un poco lento. Al llegar a fuera del hotel veo que el chico está con otros seis hombres y pasó justo a lado de ellos, y miro de reojo al de cabello azul y no me mira, solo yo lo hago, aunque siento unas miradas más que se dirigen hacia mi, a lo cual no presto atención, ya que voy con mi familia.
Rápido subimos al auto, mi padre entra en el asiento del piloto y mi madre en el del copiloto, yo ingresó en los asientos traseros. Mi padre conduce rápido, lo cual no presto atención, quizás se nos ha hecho tarde. Mientras conduce mi madre pone música, está comienza a sonar y me provoca un poco de sueño y sin darme cuenta llegamos rápido, supongo que me he quedado dormida. Bajamos del auto y espero a que ambos me digan algo, lo cual no hacen, solo caminan y entonces los sigo. Mientas lo hago, veo que llega una furgoneta negra, con vidrios polarizados. De esta bajan siete chicos, y no me lo creo, allí está él, quedo impactada. Me parece algo tan estúpido, hay mejores lugares que esta playa y al observar a esos chicos, sé que tienen las posibilidades económicas para viajar a lugares mejores. Mientras los observo me quedo mirando fijamente a ese chico de cabello azul, algo tiene que me atrae y no entiendo, qué puede ser, aún así no intento ponerme a pensar en ello, ya que tengo problemas mayores y prefiero mantener los pies sobre la tierra.

Salgo de mis patéticos pensamientos.

-Papá, ¿a dónde vamos?-digo intentando sonar tranquila.

- Ya llegamos es aquí. Amor, ¿trajiste lo que querías?

-No entiendo, ¿qué pasa?-digo demasiado confundida.

-Sí, cariño. Este es el lugar perfecto, ¿no crees?-mi padre solo asiente.

Al darme cuenta estamos en un muelle, volteo a mi alrededor y no hay nadie, el cielo se ha tornado gris y comienza a haber un poco se neblina. Comienzo a tener ataques de ansiedad y saco de mi mochila mis pastillas, en seguida mi madre, me quita la mochila, de manera algo agresiva.

-¡¿Qué haces?! ¡D... da... dame...! ¡N... nn... necesito...!-en ese momento mi padre me jala del brazo poniéndome frente a él y me golpea la cara con la palma de su mano.
No entiendo, ya no entiendo, intento no llorar y controlar mi enojo, mi tristeza; porque, sé que mi padre jamás me haría esto, el poco tiempo que he estado con él... mi instinto me lo dice.

-Padre, no entiendo... ¿qué hice? -intento sonar tranquila.

-Mentiste, estoy decepcionado. Dices no recordar nada, pero.. Frank, nos lo explicó, tu provocaste el accidente, lo mejor para tu madre y para mi, es que también te mueras.

Mi madre saca de su bolso negro, una pistola, se la entrega a mi padre, no puedo respirar, la ansiedad me esta consumiendo, trato de tranquilizarme, yo me mantengo firme en cuanto a mi postura, no quiero titubear en mi posición, me quedo justo frente a él.

-No sé, a lo que te refieres, pero si crees que matándome recordaré todo antes de morir, esta bien. Pero hazlo tú, papá.

-No pienso mancharme las manos, con una asesina - eso me duele mas - tómala, y hazlo tu, agradece que te dejo morir, ya que no lo mereces, mereces que te torturen.

Me extiende la pistola, al verla me viene un recuerdo.

-Es de tu bisabuelo, él me enseñó a disparar, tras la muerte de su hijo, mi esposo, tu abuelo.
-Abuelita, me enseñas a disparar, para cuando sea adulta y si estoy sola. ¿Si?

No puedo decir nada, solo me quedo inmóvil, debido a que mi padre me da la pistola de mi bisabuelo, quiere mi madre que yo me s... su... no puedo si quiera, decir esa palabra.
Antes de que logre reaccionar mi padre y mi madre se dan la vuelta dejándome allí, sola, todo fue una mentira, mis hermanos y mis padres, quizás Frank los manipuló a todos, no entiendo lo que pasa, pero tengo la pistola en mis manos.

No me doy cuenta de que estoy llorando y cuando lo hago, obedezco a mis padres, no debo... no puedo vivir, así que solo apunto a un costado de mi cabeza, no lo pienso dos veces, debo morir, ya no puedo, no soporto vivir sin recordar mi vida. Estoy por jalar del gatillo, cuando de repente escucho que alguien corre.

-¡No!-un hombre llega a mi lado y le arrebata la pistola de las manos- ¡Lo vi todo!

Cierro los ojos, y caigo sentada sobre la arena y abrazo las rodillas, mientras me meso hacia delante y hacia atrás. Lloro más, solo lloro, no puedo, mirar al hombre que trata de evitar mi muerte.