Emocional y susceptible; así era como solía definir a Luke en ese entonces, el era un ser humano noble por naturaleza pero tenía una tendencia a cambiar de ánimo que era un poco desagradable para mi.
Y lo peor de todo, es que parecía que el tenía cierto afán a la idea de estar enamorado, no es que esto estuviera mal pero ni nuestra personalidad ni ideales congeniaban, por lo que no fue fácil convivir con el al principio.—No se que estoy haciendo con mi vida–me confesó Luke en una noche fría de diciembre.
—A veces es difícil encontrar el camino, por lo que solo tienes que vivir el momento—le sonreí. Te lo digo por experiencia.
Luke miró nuestras manos entrelazadas pensando en lo que había dicho, aproveche el momento para sacar tímidamente un cigarrillo de mi bolsillo pero antes de que pudiera encenderlo ví a un hombre correr a lo lejos dispuesto a empujarme a su paso.
Era de noche y tuve miedo
Me aferré a su brazo y el sujetó mi cuerpo, sentí su dulce y fresco aroma en todo mi ser, Luke transmitía seguridad.
—No se que estoy haciendo, pero lo único que puedo decir es que en este momento yo estoy a tu lado, y tu al mío.
Estar con Luke no era tan malo después de todo