el día había llegado y el rubio se encontraba sumamente nervioso por lo que iba a llevar a cabo
y es que, tras una larga charla con akiteru, comenzó a pensar que sus sentimientos por el menor eran un poco... diferentes a lo que creía
kei siempre pensó que las mariposas en el estómago, la ansias de esperar el momento para tenerlo a su lado, sentirse extraño cuando ve a alguien más riendo con él, o la incomodidad que sentía ante la idea de que yamaguchi se enteré de que alguien le confesó su amor otra vez, era algo normal
pero aparentemente no era así, porque cuando tadashi no estaba, su mundo entero se apagaba
sin quererlo, termino teniendo como necesidad abrazarlo, sentir sus brazos alrededor de su pecho, sentir sus dedos deslizándose por sus cabellos, sentir su suave voz al despertar, o sus labios cada vez que tenia oportunidad
tsukishima necesitaba sentir a yamaguchi para empezar a funcionar
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