amaneció con un super desayuno que su madre le había llevado hasta su habitación, junto a un conjunto de ropa que había comprado para que estrene ese día con sus amigos
el pecoso nunca tomo su cumpleaños como la gran cosa, solo esperaba por esa fecha cada año para poder tener una pijamada de 3 días con el rubio ya que era su única compañía, pero ahora?, ahora tenía un equipo, tenía amigos los cuales compartía con el megane, ¿qué más podía pedir?, todo simplemente se sentía diferente para el ese día
kei pasaría por el a las cuatro en punto, querían un tiempo para ellos solos antes de ver a los chicos, así que irían caminando hasta el parque, después de todo, no estaba tan lejos
luego de terminar su desayuno fue a bañarse, luego bajo a comer de vuelta y subió dispuesto a cambiarse
su ropa era simple pero linda, muy muy linda. Llevaba unas converse blancas, un pantalón beige y un hoodie color marrón oscuro con pequeñas estrellitas amarillas bordadas en la esquina de este
se puso sus cadenas para darle un poco más de impacto, entre ellas una que compartia con el megane hace ya un par de años
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la hora llegó y el megane se encontraba tocando la puerta de entrada, todo transcurrió normal, en el camino hablaron de cosas triviales, como ser la enorme cantidad de personas que habían felicitado al pelioliva, incluso la página de los clubes de voley escolares de Japón lo habían felicitado en sus historias de instagram, era algo fascinante para él
al llegar al parque se encontró con sus amigos sentados sobre una gran tela de cuadritos verdes, con mucha comida y por supuesto, un enorme y llamativo pastel de color verde clarito, sin dudarlo comenzó a llorar mientras los demás reían por su reacción y el alto lo abrazaba
