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Capítulo Veintiocho

Aún la emoción vibraba en todo su cuerpo. Habían recibido la mejor noticia en lo que llevaba del año y las lágrimas aún se espacaban sin permiso de sus ojos.

Estaban volviendo en el auto, BeomGyu con su mano entrelazada con la pequeña de TaeHyun. El Alfa también se encontraba en un estado de euforia, la sonrisa no abandonó su rostro hasta que llegaron a la casa, pues enseguida notó que algo no estaba del todo bien.

La puerta de la casa estaba entreabierta y pudo ver perfectamente cómo alguien corrió, azotándola en el proceso. Frunció las cejas, mirando de reojo a TaeHyun, quien también había notado lo mismo que él.

— Gyu, algo no anda bien...

BeomGyu rápidamente se desabrochó el cinturón de seguridad y quitó el seguro del auto.

— Iré a revisar, quéd-

— No. No me quedaré aquí, iremos contigo.

Suspiró frustrado, tomando en cuenta que era más seguro que TaeHyun y su hijo estuviesen a su lado a que se quedaran solos en el auto en caso de que hubiera realmente peligro.

— Solo quédate detrás de mí.

El Alfa bajó del auto, lo rodeó para ayudar a bajar a su esposo y también sacó a JinYoung de ahí, quien rápidamente enrolló los bracitos en su cuello, asustado.

Caminaron con la tensión corriendo en sus cuerpos, TaeHyun realmente estaba sintiendo miedo, nunca encontraban la puerta entreabierta. Tal vez SooBin se olvidó de cerrar la puerta y un ladrón entró a su casa, quizá ya robó todas sus pertenencias y había desvalijado completamente su hogar.

Abrieron la puerta, el Alfa pasando primero seguido de TaeHyun. Ambos pegaron un grito ante la escena que encontraron.

— ¡Sorpresa!

— ¿Qué mierda?

TaeHyun se había abrazado a su espalda, escondiendo su rostro. BeomGyu aún tenía su cara molesta sin entender nada de lo que estaba pasando.

Su familia estaba ahí, su suegra, el abuelo de TaeHyun y sus amigos.

Poco a poco el Omega levantó su cabeza, se asomó un poco a un lado, viendo con ojos curiosos a todos los que estaban ahí y esos mismos ojos se iluminaron cuando vieron a su madre.

Se separó del cuerpo del Alfa al ver a la Omega correr a él con sus brazos abiertos.

— Mi cachorrito precioso — sonrió, haciendo que sus ojos desaparezcan mientras era envuelto en un abrazo cálido.

— ¿Qué haces aquí? — se separó, besando ambas mejillas de su madre, quien bajó la mirada a su vientre abultado sonriendo con cariño.

— Pero qué grandes están. No veo la hora de conocerlos — volvió a abrazar a TaeHyun un segundo, para soltarlo y que pueda seguir saludando.

— TaeHyun...— SooBin apareció en su campo de visión. — Me he tomado el atrevimiento de invitar a sus familias para celebrar juntos la llegada de sus hijos.

Esta vez TaeHyun se permitió mirar a su alrededor, lo primero que vio fue la decoración: globos de colores celestes y rosas pasteles, serpentinas y figuras con formas de cosas que usan los bebés. Su corazón latió enfurecido por tantos detalles.

Lo siguiente que pudo notar fueron las
personas que se encontraban de pie con grandes sonrisas. Pudo ver a su abuelo, quien enternecido miraba su vientre; vio a YeonJun, sosteniendo una copa de lo que parecía ser vino blanco; a su lado se encontraba RyuJin, junto a una Omega bastante hermosa, era la misma de la cena de aquella noche; HyunJin y JeongIn junto a un par de cachorros; y Huening junto a una preciosa y envidiable Omega, YuNa por su puesto. Y por último, los señores Choi estaban en un rincón de la sala.