Love and shy blushes

𝗮 𝗵𝗮𝗽𝗽𝘆 𝗮𝗻𝗱 𝗹𝗼𝘃𝗶𝗻𝗴 𝗲𝗻𝗱𝗶𝗻𝗴

ㅤLos rayos del sol que se colaban entre las cortinas de la habitación llegaron hasta mis párpados, logrando despertarme de a poco, abrí mis ojos de forma perezosa, aunque quería seguir durmiendo, sabía que mi día debía comenzar, con un suspiro me senté sobre el colchón tallando uno de mis ojos todavía adormilada, me estiré desde la cama para alcanzar mi blusa y me la puse, un sonido a mi lado llamó mi atención, dirigí la vista hacia mi costado, sonriendo ante la adorable vista. Sunmin dormía con la boca abierta, soltando balbuceos entre sueños, su mejilla estaba siendo aplastada contra la almohada y su cabello yacía enmarañado sobre su cabeza.

Me moví hasta ella y dejé un suave beso en sus labios, Sunmin hizo un puchero murmurando algo que no logré entender, entonces dejé otro, y otro, y otro, hasta que comencé a dejar besitos por todo su rostro, no logré despertarla, símplemente gimió ocultandose entre las sábanas.

—Minnie, vamos amor, despierta—Dije acariciando su mejilla con cariño, justo debajo de la cicatriz que había sido creada hacía poco más de dos años, Sunmin frunció el ceño, odiaba que la despertara, pero era mi deber como novia—Bebé, se hace tarde para el evento—De un momento a otro Sunmin tomó fuerza para dejarme contra el colchón y se subió en mi regazo, sus ojitos me miraron, aún podía notar el sueño en ellos.

—No sabes cómo te odio en éstos momentos Hwang Hyunjin—Pronunció de forma lenta, reí con gracia y tomé su cintura entre mis manos, sintiendo su piel caliente contra la mía, ella seguía desnuda, después de todo habíamos hecho el amor la noche anterior, la pequeña Sunmin de dieciséis años se había convertido en toda una mujer preciosa, su cuerpo tenía más curvas, sus pechos habían crecido y sus caderas se habían hecho más anchas, adoraba tenerla así entre mis brazos, podía adorarla por completo.

—Yo también te amo, princesa—La acerqué contra mí y le di un beso en la frente, Sunmin suspiró sonriendo, juntó nuestras narices formando un dulce beso esquimal—¿Qué se te antoja para desayunar?

—Mmm, pastel, mucho pastel y una buena taza de chocolate caliente—Dijo con los ojos cerrados, se levantó de la cama para buscar su blusa, la observé en silencio, pensando en todo lo que habíamos tenido que pasar para llegar aquí, juntas—¿No vienes?, tú fuiste la que me despertó para desayunar.

—Iré en unos minutos, primero haré la cama, puedes adelantarte—Sunmin asintió y se despidió con la mano antes de salir por la puerta, dejándome sola en la habitación.

¿Qué había pasado hace dos años atrás?, mi mente se trasladó a ese momento exacto, en dónde mi corazón se paralizó por unos momentos, todavía podía escuchar el sonido estridente de la bala resonar en mis oídos, el grito de Sunmin y ver la sangre manchando el suelo, me había volteado a ver a mi chica, ella tenía la mejilla llena de sangre, de sus ojos brotaban lágrimas, no sabía si eran de dolor o miedo, quizá ambos mezclados, apreté su mano contra la mía y seguimos corriendo sin parar.

Me preocupaba su herida, pero si nos deteníamos en ese momento, ellos nos alcanzarían y todo sería en vano.

Cuando la furgoneta de los amigos de Felix apareció en mi campo de visión, las lágrimas de felicidad llenaron mis ojos, un chico con ojos gatunos me tomó a mí y me ayudó a subir al automóvil, otro se encargó de Sunmin, ellos subieron rápidamente y cerraron todas las puertas, algunas balas alcanzaron a rozar las puertas metálicas, pero el chico más alto arrancó la furgoneta, comenzando a conducir lejos de ahí, de ese pueblo.