𝚂𝚒 𝚟𝚞𝚎𝚕𝚟𝚘 𝚊𝚖𝚊𝚛 [𝚂𝚎𝚟𝚖𝚒𝚘𝚗𝚎]

Capítulo 22✴

"Un día duro, ¿eh?" Le preguntó una voz. Snape gruñó y luego refunfuñó una respuesta incoherente. Los Whisky de Fuego que se había terminado habían hecho girar la habitación y, en su mayor parte, tenía que mantener los ojos cerrados sólo para sentirse con los pies en la tierra. Se habría conformado con quedarse así, pero el recién llegado que se sentaba a su lado, obviamente incapaz de leer su insociable lenguaje corporal, y que podía sentir su mirada fija, le daba para moverse.

"Ya sabes que el Whisky de Fuego te dará aliento de dragón cuando te despiertes".

Snape dejó escapar un ronco suspiro, un intento de risa, y luego levantó la cabeza, abriendo los ojos lo suficiente como para ver que Edna colocaba otro vaso de Whisky de Fuego frente a él y retiraba el vacío. Miró al desconocido, que parecía haberle hecho un gesto de desprecio y la había hecho divagar sobre los clientes maleducados. Cogió la copa y la dejó flotar en el aire ante él, con el codo apoyado en la barra.

"Sabes que beber tus problemas no te llevará a ninguna parte, seguirás teniéndolos cuando estés sobrio... y una resaca bastante desagradable". El desconocido volvió a hablar.

Snape tomó un bocado del líquido, lo movió por su boca una vez y luego tragó.

"Mis problemas son míos y me gustaría mantenerlos así. Los consejos de un extraño no son apreciados, ni necesarios, y le agradecería que no me molestara". Realmente trató de ser lo más amable posible, aunque el agarre de su vaso lo delataba. El desconocido resopló, soltó una sonora carcajada y golpeó a Snape en la espalda.

"Siempre has sido un hombre reservado, Severus, pero nunca cordial. Creo que esa mujer te ha cambiado".

Snape devolvió el líquido restante, hizo una mueca por la quemadura y se giró, dejando el vaso de golpe sobre la encimera, dispuesto a darle al desconocido algún consejo propio, pero se quedó atrapado en sus palabras. Selwyn le devolvió la sonrisa, dándole a Snape otra palmadita y añadiendo una carcajada.

"Tú". Snape arremetió.

"Yo". Respondió Selwyn, divertido. "¿Después de diez años y ese es el saludo que recibo?"

"¿Crees que mereces más?" Snape entrecerró los ojos. Selwyn se encogió de hombros.

"Sólo creo que es una forma pésima de saludar a un viejo amigo".

"¿Amigo? No te pongas en tan alta estima".

"Oh, vamos, vamos, ahora Severus. Creo que olvidas que fui uno de los únicos que confió en tu lealtad".

"Qué bien te hizo eso". Snape resopló, poniendo los ojos en blanco hacia la pared detrás de la barra. Levantó su copa y la volvió a dejar al recordar que estaba vacía. Edna, que había estado de pie a unos metros de distancia observando atentamente cómo se secaban unas cuantas copas, se puso atenta y le sirvió rápidamente otra.

"¿Por qué estás aquí?" Preguntó Snape.

"Para reclutarte".

"¿Reclutarme?" Snape se giró, interrogando a Selwyn, que miraba fijamente la bebida en sus dedos.

"Umbridge está planeando otra guerra de pureza en cuanto salga de Azkaban. Me ha encargado que reúna a todos los mortífagos restantes para que se pongan de su lado".