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Taeyong estaba sentado en una banca cuando su celular en sus bolsillos y sabe que es hora de inventar una buena excusa
— ¿a onde andai'?
— en el liceo po ¿a dónde más voy a estar?
— ¿y vo creí que nací ayer, cabro weon? me llamaron del liceo para decirme que te suspendieron y que tenía que ir mañana temprano a wear pa' allá ¿qué hiciste?
— pucha mami, perdón. — el TY dice super arrepentido mientras mira por la ventana de la micro. — me trataron de ladron y usted sabe como me molesta eso.
— pero Taeyong, no le hagai caso a weones y tú sigue estudiando no más, si para eso estai ahí.
— perdóneme mami.
— vamos a hablar después ¿ya?
La había cagado, igual su mamá no se enojó pero se le cachaba lo decepcionada que estaba y eso le dolía más que apretarse un coco con el cierre.
Ahora estaban en inspectoria pq citaron a su mami y a la mamá del pituco ese para conversar y la wea, le importaba un pico después de todo se notaba la preferencia.
— toi chato de esta wea. — murmuró pateando una piedra que estaba por ahí, hasta que escuchó a una mina quejarse y quedó helao.
— fijate bien dónde tirai las weas.
Era el minito del carnet, ¿qué tenía que hacer él para tener ese tremendo tremendo growl up? Pero filo, estaba enojado y no le tomó importancia, se elevó de hombros y se sentó en la banca.
El otro se iba a ir, pero dio apenas dos pasos cuando se devolvió y se sentó junto al Taeyong.
— ¿así que siempre te cagan? — el taeyong quedó weon con la pregunta. Recién entendió cuando le pasó la moledora piola.
— ¿fumai?
— pasto no, pero se podría decir que sí. — el niño le sonrió sin mostrar los dientes y el Taeyong sintió una wea rara en la wata.
¿Había tomado desayuno? Si po, si se comió el chancho del refri, oh culiao podría ser eso.... Pero es que se siente muy diferente a una indigestión, es raro.
— ¿estai bien? — le dice el minito mientras le balancea la mano en frente de su cara pa que despavile.
— no, si, osea igual gracias pq creí que se me había caído la wea, ¿de verdad estaba tan mala?
El niño asintió con una cara de disgusto y el Taeyong ya estaba chato de que se lo cagaran con la wea.
— estaba a cinco el gramo.
— que eri weon, pero con respeto. — el niño se ríe antes de levantarse de la banca para caminar en dirección a la oficina.
— Oye — lo llama el TY regalandole una sonrisa picarona para cuando este se da la vuelva. — ¿y cómo te llamai?
