2. Maldita suerte

1.2K 149 42
                                    

Harry dejó la margarita y la maceta con tierra nueva en la mesa. Suspiró antes de cerrar sus ojos deseando golpearse unas cuantas veces. Cuando los abrió se encontró con la mirada molesta de Malfoy, quien además estaba cruzando sus hojas, tal como si cruzara sus brazos.

— No me mires así... —susurró a la flor.

— ¿Y cómo quieres que te mire? ¿Que te sonría y llore de la emoción? —respondió Draco, frunciendo el ceño.— agradece que no dije nada porque hundiría tu vida.

El león no respondió, movió la silla y se ubicó en el centro de la mesa, observando las herramientas del rubio y las suyas, de alguna manera tenía que comenzar ¿No? Porque no podía quedarse sin hacer nada desperdiciando la valiosa clase. Abrió el paquete de semillas de Valeriana y las plantó en un agujero.

— ¡Así no! —exclamó Malfoy en un susurro, agitando una hoja.— ¡Maldita sea!

— ¿Qué quieres que haga? Debo plantar las Valerianas... —respondió el pelinegro en otro susurro, frunciendo el ceño.

— Debes plantarlas separadas, no todas juntas, o van a crecer enredadas y no podrás cortar las ramas, ¿No pones ni un poco de atención en clase? Se te consume el cerebro...

— Si sigues insultándome te lanzaré un hechizo que hará que tus únicas palabras sean "soy groot".

El Slytherin calló, y Harry agradeció el no oír más sus insultos. Buscó las semillas en la tierra y fue cavando pequeños agujeros con su dedo índice para así plantar una por una las semillas de Valeriana.

— Creo que ya, ahora hay que preparar el agua, ¿No?

Draco no respondió, seguía mirándolo con las hojas cruzadas, con una expresión que podía matarlo si aquello fuese un poco posible.

— Oh vamos... Sólo te pedí que no me insultaras.

— ¿"Groot"? —fue lo único que Malfoy dijo.

— No creo que lo...

— ¡Señor Potter! —llamó la profesora, acercándose a la mesa. Harry dio un brinco por la sorpresa.— ¿Está hablando con las flores? Oh eso es muy bueno...

— Ah... —fue lo único que salió de su boca, observó la maceta con las semillas y luego, de reojo, a la margarita. Frunció el ceño al verle.

Los pétalos se habían cerrado, ocultando el rostro de Draco Malfoy completamente. Parecía... Parecía dormido. Las hojas verdes estaban un poco caídas pero se veían como cualquier otra planta. No podía creerlo.

— Veo que ahora sabes que las flores duermen... —comentó Sprout, con una sonrisa amigable en el rostro.— prepara el agua y riega las semillas, si lo haces bien, crecerá y la próxima semana podrán cortar las ramas y las raíces.

La profesora se retiró. Harry preparó el agua y regó las Valerianas para luego dejar la maceta en el estante con todas las demás. La clase comenzaba a retirarse poco a poco. En la mesa, la margarita aún parecía dormida.

— ¡Harry! —llamó Hermione, acercándose a el pelinegro.— ¿Te esperamos?

— Los veo luego, primero debo... Hacer algo.

— ¿Qué pasa? —consultó Ron, acercándose también.— ¿Hiciste otra flor? Pensé que no te gustaba Herbología, ¿Neville te contagió?

— ¡No! Sólo fue un error de semillas, ya saben, Malfoy...

— ¿Y a ese qué le pasó? —preguntó el pelirrojo mientras se acercaba a la margarita, girando la maceta para verle de frente. Harry le dio un leve golpe en las manos.

La flor en la maceta | Harco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora