Tanjiro Kamado en Tate no Yuusha

Capítulo 36

Todo esto realmente le parecía mal.

Tanjiro solo miraba a Shiryo con un sentimiento reacio en la boca de su estómago.

—Sé que esto es lo mejor para volvernos más fuertes, pero... jugar con los sentimientos nunca me ha gustado...

Era muy incómodo ser adorado por algunos. Ya era incómodo que le agradecieran a los extremos de arrodillársele cuando alguna vez salvó a gente de los demonios, ahora que sin razón alguna se hincaran delante de él... lo ponía muy nervioso.

—Además, este no es nuestro mundo... ¿Naofumi-san estará bien...?

Cuando la reunión herética de Shiryo acaba, ellos vuelven a la cámara más privada de la catedral, en donde vivían desde que Shiryo se volvió "la diosa".

—Pareces pensativo.

Kanao le susurra.

—¿Oh? S-, Sí, no es... no es nada...

Sus ojos viajan hasta los números dorados junto a su barra de HP.

—¿Podremos revivir? No ¿podemos morir, siquiera?

—Estás preguntándote cosas muy profundas, Tanjiro.

Sus ojos se encuentran con los de Shiryo.

—¿Te molesta que juegue con la fe de la gente, quizás?

—Sí... bueno, un poco.

Ella ríe.

—Lo siento, puedo ser alguien muy mala, pero... realmente me sienta mal hacerlo, aunque no lo parezca.

—Pues no lo aparentas mucho...

Kanao susurra, pero las orejitas de zorro captan ese susurro.

—¿Qué? ¿Me crees tan malvada, Kanao? ¡No lo soy!

—Sí, sí... quizás.

—¿¡Quizás!? ¿Qué quieres decir?

Ambas empiezan a pelear, o más bien Shiryo empieza a pelear mientras Kanao le respondía frases cortas que no hacían nada más que echarle carbón al fuego.

—Debemos abandonar este mundo rápido o... ¿o qué?

Él se detiene y piensa un poco en ello.

—Me preocupan mucho los demás. Zenitsu, Inosuke, Nezuko... todos, pero... morí, no creo poder volver.

Tanjiro suspira.

—Kana... ¿hay alguna forma de volver?

He oído. Y... lo lamento, es imposible. Sería otro tema si hubieras sido invocado sin morir en tu otro mundo, pero ya que moriste... quizás... sí. Debe serlo. Si pudiera tener un poder parecido al de un espíritu fundamental, quizás podría cumplir tu deseo.

Los ojos de Tanjiro se abren muy sorprendido.

Kanao lo nota.

—¿Tanjiro...?

—Es... posible ¡Kanao! ¡Es posible volver!

Solo es una teoría mía, Tanjiro. No puedo estar del todo segura.

—Bueno, según Kana solo es una teoría, pero... ¡Aun así, es posible volver!

Linin no entiende.

Kanao se sorprende.

Y Shiryo... ella frunce el ceño.

—¿Dices de volver a...?