10. Viejas amistades.

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Llega Eduardo, lo abrazo. Lo extrañaba demasiado al maldito. Comienzo a llorar.
-Todo pasa por algo, flaca. Cristian ya está cuidandote desde arriba, bueno... a todos.
-No me digas esas cosas Lalo, tú no.

Saca la pipa y comenzamos a fumar.

Me hacía falta colocarme.
Me hacía falta sentirme así.
Me hacía falta ver a Lalo.

-¿Te gustaba?-. Me da una palmadita en el hombro.
-No sé, es algo raro ¿sabes? Él era mi amigo, y todo y la verdad si me sentía atraída hacia él-. Se me sale una lágrima.
-En serio lo siento mucho.
-No te preocupes Lalo, ya no quiero hablar de eso-. Le sonrío.

Estamos realmente colocados los dos, comenzamos a platicar de cosas que no tenían sentido alguno. Como, cuando nos conocimos, cuando me presentó a José, cuando se me declaró pero yo preferí a José, pobre Lalo... Si que a soportado mucho en nuestra amistad. Comenzamos a hablar sobre José, pobre José. Era mi novio, bueno algo así; todos los días iba a mi casa y nos la pasabamos muy bien, como si fuéramos pequeños. Un día de la nada, se fue y ya nadie supo de él. Su hermana dice que está en rehabilitación, yo y mi hermosa costumbre de enredarme con personas mas hundidas en esta mierda que yo.

-Liz ya va para un año desde que se fue José, ¿verdad?
-Si, ya lo quiero ver. Todos saben que él es el bueno-. Comenzamos a reír.
-Si, ya sé. Si lo querías demasiado.
-En la prepa hay un chico, Lalo. Me gusta, bueno... Eso creo, es muy lindo y todo pero aghh, es muy no sé, como.. Controlador y así-. Sonrío, me siento roja.
-Y sabe que te gusta o no?-. Me sonríe.
-No, ya sabes que a mí no me gustan esas cosas. Él me dijo que yo le gusto, pero con lo de Cristian ya ni e hablado con él-. "Además perdí mi virginidad con Cris, y se murió" pensé.
-Deberías decirle, a lo mejor pasa algo lindo entre ustedes.
-No sé, esperare un poco. No andaré con nadie, hasta que ya supere todo esto-. Se me sale una lágrima.
-Haces bien, Liz. Para que estés bien con alguien, primero tienes que estar bien tú-. Me da una palmadita en el hombro.

Estuvimos un buen rato hablando de música y eventos y graffiti y cosas por el estilo.

-Eres un sueño de mujer.
-Ya, porfavor. Eduardo, hemos hablado de esto un ciento de veces.
-En serio, eres perfecta.
-Solo lo dices por que me gustan cosas así, si no, ni me dijeras nada.
-Eso es lo que te hace especial tonta-. Se ríe.
-Edy, me tengo que ir. Tengo entrenamiento y no puedo llegar tarde.
Me abraza y me despido de él.
-Nos vemos luego.
-Si, Lalo. Mi casa es tu casa.

Toma su mochila y se va.

Me meto al cuarto de baño, me desvisto y me doy una ducha.
El agua está realmente deliciosa, ni fría, ni caliente, simplemente perfecta. Cae por mi cuerpo y se siente muy bien, realmente me relaja.

Salgo del cuarto de baño y me visto, me pongo un short algo flojo y una camisa holgada, me pongo los tenis y me hago una coleta. No me maquillo, iré a entrenar, no a un desfile de modas.
Me veo al espejo y me veo fatal, honestamente me da lo mismo.
Tomo mi botella de agua, mi mochila y salgo.

Entrenando al corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora