• Casa •

324 40 18
                                    

Día 4: Fuera del tren.

—❤💙—

Llevaban un buen rato caminando, no era un trayecto muy largo en comparación con el tiempo que pasaron en ese tren infinito y ya no tenían de que preocuparse de que algo o alguien ponía en peligro sus vidas. 

Min es quien tenía tantas cosas en su cabeza en ese momento, de solo pensar en el tiempo que estaba desaparecido y en lo preocupados que podrían estar sus padres que no le daba la cabeza y las palabras en mente para decirles donde estuvo y qué le sucedió.

Claro, como uno explicaría a tus padres que desapareciste por estar atrapado en un tren mágico con tu mejor amigo y que no podrían salir sino bajaban sus números que estaban en la palma de la mano a cero, junto con la cantidad de cosas que tuvieron que pasar. 

Desde luego, no había tenido un breve descanso en sí para pensar el cómo decir a sus padres la razón de su ausencia. Había cosas que eran imposibles de creer y que uno podría pensar que era una historia totalmente sacada de un efecto por alucinógenos.

Pero su mayor preocupación no es solo eso, sino en cómo hacer de frente que ya no quería ir a la universidad y que lo dejaría por retomar su sueño de ser músico en compañía de Ryan. No es que sus padres fuesen duros, sino que siempre quisieron en dar lo mejor para él, al menos eso creían ellos. Aún había cosas que a Min-Gi necesitaba ser honesto, sin reprimirse por el temor al rechazo hacia su pasión por la música que había tenido de niño.

Por el lado de Ryan, acompaño a Min en camino a su casa ya que era donde les quedaba más cerca por el camino que iban. Por ahora, no tenía razones para ir a la suya, y no es que importe mucho si su familia notará su evidente ausencia. 

De todas formas, ya casi ni tenia tanto contacto con sus padres después de que le dieran su vieja camioneta familiar para su viaje en solitario. Apenas tuvo contacto con sus hermanas mayores en caso de necesitar algún favor que involucraba pedirles dinero en situaciones de necesidad hasta que ellas se hartaron y lo dejaron por su cuenta.

Con el tiempo, ya no dependió tanto de su familia y se acostumbró al ser ese hijo del cual ya ni necesitaba tanta atención. Tantos años pidiendo su atención en las cosas que hacía o en que necesitaba, al final le terminó valiendo una mierda y tuvo que vivir con ello.

Después de todo, ya es un adulto. Podría hacer lo que quisiera y arreglarse por su cuenta.

—¿Te encuentras bien? —el de lentes rojos no pudo evitar hacer esa pregunta al notar a su amigo, quien se veía un tanto tenso.

—Ryan —se detuvo en un momento, y su amigo hizo lo mismo. —Sólo me estaba preguntando, y pensando ¿Qué les diremos a nuestros padres? ¿Y a los míos sobretodo? Estuvimos desaparecidos por quien sabe cuánto tiempo, y pensarán que estuvimos secuestrados o muertos. O que incluso nos fugamos a otro país.

—Ok, sé que estarás pensando. —de pronto chasqueo con sus dedos. —¡Lo tengo! Podemos inventar algunos detalles. Porque ¿Es necesario decirles que estuvimos en un tren mágico en medio de la nada y siendo perseguidos por criaturas raras vestidos de esquimales, insectos del medio oeste, un cerdo gigante y un astronauta mudo, o que fuimos atacados por un castillo furioso que nos quiso matar? 

—¿Y luego qué? Nos diran en donde estuvimos y el por qué no los contacte en ningún momento. 

—Bueno, estoy inventando algunas cosas en mente con tal de que nuestra versión no suene tan descabellada. —Ryan no se veía tan preocupado como Min ante como se expresaba, e incluso por un momento logro sacarle una breve sonrisa. Sin embargo, notó que aún no se sentía del todo convencido con la idea y su expresión cambio. —¿Qué es lo que te tiene mal descontento amigo? Salimos del tren, estamos yendo a tu casa y tan solo nos falta un par de calles.

🎶; Destiny Rubbish || RyminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora