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tw!! drogas, sexo en público(?), degrading kink.

(n) bajó la escalerilla que llevaba a aquel lugar subterráneo que tan conocido era entre los estudiantes.

Se trataba de un local particularmente espacioso, en el que los estudiantes de la universidad de (n) hacían fiestas todos los fines de semana.

Aunque estas triunfaban en en especial los domingos, pues entonces sus proveedores las llenaban de esa droga que a la gente tanto le encantaba.

La cocaína.

Fuera del local no se escuchaba más que un murmullo que si entrabas dentro, se convertía en un caos que destrozaría tus tímpanos si estos fueran un poco sensibles.

Otro punto a favor de esas fiestas; insonorizadas y prácticamente indetectables.

Pero lo que a (n) más le gustaría de estos eventos, sería la persona que pronto conocería allí.

Entró, cerrando tras de sí la puerta.

Las luces, el humo, el olor y el estruendo se juntaron a su alrededor, confundiendo sus sentidos de esa característica forma que incitaba a olvidar todo y lanzarse a disfrutar.

Algún vinilo aleatorio que (n) no reconoció sonaba con fuerza, pegando a la perfección con el ambiente.

Las barras rebosaban de personas que se arremolinaban allí, tratando de probar los polvos del día entes de que de acabaran.
Porque ya era tarde, y no tardarían en acabarse.

Claro que (n), Al ser amiga de una de las dealer que llevaban mejor el negocio, tenía asegurado.

"heyy, (n)" pensando en la reina de Roma, la dealer se acercó con dificultad entre la muchedumbre "toma, antes de que se olvide dártelo."

Le tendió una bolsita de considerable tamaño en comparación a las de la barra, con una gran sonrisa.

"Uh, muchas gracias" dijo. Lo tomó con una mano y con la otra sacó la cartera.

"Ni se te ocurra" la paró antes de que le ofreciera el dinero que le debía legalmente "eso te lo quedas."

"Yelena, no es la primera vez que no te pago.."

"¿Y? Eres mi amiga" con mucha modestia, añadió " además, vivo rodeada de billetes."

Rieron con ganas, (n) rindiéndose finalmente.
Pues, era cierto, a Yelena le sobraba el dinero por todos lados.

La alta le revolvió el pelo con cariño y le dejó un beso en la frente antes de irse, seguramente a vender un poco más y colocarse ella con lo que le sobrara del día.

(n) sonrió antes de irse ella también.

Buscó su esquina de siempre, y una vez sentada en un cómodo puff, abrió la bolsa para comenzar a consumirla.

Con la mala suerte, de que una chica que pasaba por allí con su amigo se chocara, derramando con fuerza gran parte del contenido.

"¡Moblit!" se quejó, aparentemente porque éste la había empujado "¡Mira lo que has causado!"

El nombrado Moblit murmuró una excusa fácil y se escabulló con rapidez, dejando a (n) sola con la otra.

Ella era unos centímetros más alta que (n), llevaba las gafas torcidas, apoyadas sobre una nariz de gancho que se veía atractiva sobre sus facciones relajadas.

Vestía de traje, pero lo llevaba demasiado desarreglado para verse elegante.
Se veía despreocupada, y tenía un aura confiada e interesante que a (n) le resultaba impresionante.

cocaine sunday / hange z.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora