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11:35 p.m, era domingo y varios de los integrantes del grupo se habían juntado en la casa de Mikey para comer. Draken y Mitsuya estaban en la parilla, ya que a Mikey le daba paja cocinar y si les daban a los demás una espátula quemaban hasta el ático de la casa. 

— Eu Kenchin... — Decía un rubio de baja estatura acercándose al contrario por la derecha. 

— ¿Qué? — Cuestionó el de trenza,  sin sacar la vista de la carne. 

— Hola — Respondió Manjiro con una sonrisa. 

— Hola — Con una sonrisa palmeo su cabeza. 

Luego de eso, el más bajo fue hacia el otro lado.  

— Kenchin — Dijo, tocando el hombro de este. 

— Mikey — Respondió el de tatuaje. 

— Hola — Sonriente, lo miró. A lo que Draken solo hizo una mueca y lo despeino, el rubio se acomodó sus cabellos y se colocó frente al más alto. 

— Kenchin — Volvió a decir el de ojos oscuros, mirando sonriente al contrario. 

— Che pibe, ¿no te cansas de ser tan gede? — Dijo el de trenza, viendo como su capitán inflaba sus cachetes y luego recibía un sopapo en la nuca por departe de Hanagaki. 

— Pedile perdón ya — Cruzó sus brazos y lo miro con los ojos bien abiertos, esperando su declaración. Draken hizo un gesto de fastidio y le pidió perdón. 

Los de la esquina | Tokyo revengers.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora