Única Parte.

7.9K 425 171
                                    

Kirishima estaba nervioso, nunca había entrado a un sex shop, miro la puerta de salida pensando que aun tenia tiempo de arrepentirse, dio unos cuantos pasos mientras su lema le jugaba en contra, no era varonil rendirse, aseguro mas su mascarilla, tomando toda sus fuerzas para comenzando a caminar por el local, debía admitir que le gustaba el juego de colores y como todo estaba colocado estratégicamente.

Se sintió algo perdido luego de dar algunas vueltas en los estantes llenos de prendas, juguetes y todo tipo de materiales para el placer sexual, por un momento pensó en pedir ayuda a las señoritas pero la vergüenza le ganaba, así que solo siguió explorando hasta llegar a un bonito modulo lleno de elegantes cajas con las descripciones de los tipos de diltos que contenían, tomo una de ellas leyendo sus usos tímidamente, no paso mucho tiempo para que escogiera el que mas le convenció acomodándole en la canasta que le dieron cuando entro, con algo mas de valentía volvió a caminar hasta encontrar la zona de lencerías, miro uno por uno, buscando el perfecto para la ocasión, tras unos minutos un pequeño traje, le llamo la atención, lucia bien, con detalles que seguro harían hacer resaltar sus atributos, con rapidez lo acomodo junto con el juguete intentando ignorando las miradas de algunas compradoras, camino, bueno casi corrió hasta la caja para fin pagar por sus productos. 

—Buenas tardes  joven, ¿tarjeta o efectivo?—la dulce voz de una chica que revisaba su compra con detenimiento lo hizo quedar inmóvil

Sus mejillas se tornaron mas rojas de lo normal y sintió el ligero temblor de su cuerpo, se quedo en silencio un rato pensando en las la palabras que iba a decir y preparándose para no tartamudear

—Eh eh efectivo—con algo de timidez pudo decir
—¿Desea añadir a su compra algún vibrador?, por esta semana están de oferta —dudo por un rato pensando que seria buena idea—¿Busca de algún modelo en especifico o desea alguna recomendación?
— Re-recomendación 

Al poco rato una señorita llego con unos pequeños vibradores con tira larga comenzando a explicarle como funcionaba y por lo cual era una muy buena opción, talvez fue su nerviosismo o lo bien que explicaba la joven que termino agregándolo a su compra, agradeció en voz baja por la explicación, mientras se retiraba del establecimiento, realmente esperaba que le gustara a katsuki su conjunto. Antes de regresar a su departamento tuvo que detenerse en varias tiendas de comida rápida, se había demorado demasiado y estaba contra la hora si quería sorprender a katsuki esa noche, esperaba que no sea tan rudo al verlo cumplir con su fetiche numero uno, pensándolo un poco mas, mejor le haría prometerlo porque sabiendo como es una vez excitado, era mejor prevenir,  apenas cruzo su puerta se dispuso a  limpiar el "poco" desorden. 

[°°°]

El erótico vestido no le quedaba como a el maniquí de la tienda, a el no se le marcaba la cintura si no su fornido torso, sus pectorales se dejaban ver por el corte del traje, y sus piernas trabajadas salían a la luz, se veía muy raro, pero decidió no darle mas vueltas al asunto, ahora debía ponerse el dilto, se dio golpes internamente al ver realmente el tamaño, en su defensa no se veían muy grande en la caja, seguro mas tarde se arrepentiría de ponérsela, termino por arreglarse sintiéndose excitado por lo que vendría y por el constante roce del juguete con su próstata, mientras aun seguía acomodándose escucho la puerta del departamento, se había demorado demasiado, oculto las cajas rápidamente y volvió a la cama con nerviosismo, los pasos se escuchaban cada vez mas cerca

—Ei, Hoy si que fue un día difícil, pero pude captu—Las palabras pararon abruptamente cuando la puerta del cuarto fue abierta totalmente

Lenceria |Bakushima|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora