IV: La danza de la destrucción

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-Será para acciones-

'Será para pensamientos'

Será para gritos

Será para susurros

(Será para notas del autor)

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Desde que el peli blanco empezó a entrenar con Ranza, ha pasado alrededor de 2 semanas, en las cuales se ganó aún más el cariño de su Dios y capitana, también mejoró de forma absurda.

A palabras de su maestro el chico era un prodigio.

Cuando cometía un error no lo repetía en lo más mínimo, absorbía todo lo que trataban de enseñarle a la primera y lo adaptaba a su cuerpo, pero lo más destacable era su estilo de pelea, cada vez que lo veía no podía evitar recordar la forma de pelear de su vice-capitán, en fuerza bruta no era la gran cosa y aún no despertaba alguna magia, sin embargo su velocidad, destreza y resistencia, no eran un chiste, a pesar de su bajo nivel y corto tiempo como aventurero, podría decir sin necesidad de ver su estado que oscilaban entre los rangos A y B.

En cuanto al uso de armas, el protagonista dejo boquiabierto al perro, era bueno con la espada, el arco, las cuchillas, la lanza y lo que más lo desconcertó es que a pesar de su poca fuerza no tenía problemas en usar un hacha o incluso un mazo.

Aunque no todo era color de rosas....

Al menos no para Bell...

Casi 2 semanas y aún no lograba ni rozar a su maestro, esto lo desmotivó demasiado...

Actualmente estaban en otro enfrentamiento.

Ranza: Nada mal niño. -Lanzando una ráfaga de estocadas contra su alumno-

Aunque se estaba conteniendo, ese ataque tenía la suficiente velocidad para poner en aprietos a un nivel 2 a principios.

Milagrosamente ninguno le daba al conejo, agachándose, retrocediendo, girando sobre su eje, cada uno de los gráciles movimientos al combinarse formaban una hermosa danza.

Bell no era tonto, era muy consciente de que al menos en fuerza bruta no era muy competente, era por poco superior a la media, únicamente por su falna, no era rival para un nivel 4, la mejor opción que tenía era esquivar esperando una oportunidad para atacarlo.

Ranza: Eres  bueno esquivando, pero... Así no vas a ganar ¿Sabes? -Deteniendo su ataque-

Bell: No hace falta que lo digas, -jadeando- bueno vamos a empezar.

Con la lanza de madera lanzó un tajo vertical que el peli azul esquivó sin más,  cuando el golpe chocó contra el piso, Bell soltó su arma, por la fuerza esta rebotó contra el piso, dejando una enorme abertura para que Bell fuera atacado..

O eso parecía...

En medio del aire el peli blanco tomó su arma y le lanzó a su maestro un golpe directo a la cara, impulsado por la inercia del rebote y aprovechando que ranza se acercó para atacarlo, el golpe debería ser imposible de esquivar...

A menos que tengas 4 veces el nivel de tu oponente.

Sus instintos le gritaron al peli azul que se alejara del Cranel lo antes posible, no dudo por un segundo en obedecer.

El arma de práctica lo paso rozando, raspando ligeramente su nariz.

No tuvo tiempo para retomar su ataque al tener que esquivar un puño dirigido a su estómago seguido por una patada a la cabeza.

Una arremetida salvaje había comenzado en su contra.

Con su arma, con sus puños, con sus codos, con sus piernas, con su cabeza, cada golpe del Cranel era anormalmente rápido para alguien con su nivel, era un ataque sin cuartel, incluso pudo contar 3 intentos de morderlo, 4 de golpear sus partes nobles y casi le dan una cachetada.

Un Conejo entre las fieras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora