Capítulo 7: Las burlas y el reencuentro.
-¡Oh por Dios, esto no me puede estar pasando a mi!- Ahogué mis palabras con un fuerte gemido que resonó en toda la habitación de Lissy.
-Esa estúpida sobrepasó los límites, pero no te preocupes, nosotras seremos más inteligentes- alegó Lissy intentando tranquilizarme.
Era un vídeo , uno de tan solo 15 segundos donde estaba borracha y con poca ropa. Alguien detrás de las cámaras estaba burlándose de mi, alguien que solo podía ser Camila, mientras que yo, gritaba:
-¡Ya no quiero ser virgen! Estoy harta de ser la niña virgen y buena, quiero ser mala.
Santo Dios, como no recordaba nada de esto. Es muy vergonzoso.
Mis pensamientos no ayudaban mucho en toda esta desagradable situación.
¿Quién me habrá desvestido?
¿En qué momento sucedió todo aquello?
Eran las preguntas que invadían mi mente, pero lo que más me aterraba de la situación es que la Universidad entera me vio haciendo el ridículo... Era la burla de todos.
Mis instintos actuaron antes de que pudiera pensar y salí corriendo, el pasillo que llevaba al elevador me parecía interminable. Sentí a Lissy corriendo detrás de mí pero ni siquiera fui lo suficientemente valiente para voltearme.
¡Soy una cobarde, siempre lo he sido y esto me pasó por querer demostrar lo contrario!
Corría como un animalito indefenso que estaba a punto de ser devorado, no veía a las personas que estaban a mi alrededor a causa de la humedad en mis ojos.
De repente choqué con alguien, iba a seguir corriendo sin pretender disculparme pero sus manos se abalanzaron sobre mi brazo derecho y me detuvo.
-Lo siento, no fue mi intención - murmuré sin levantar la mirada -Déjame ir por favor.
Ni siquiera me atreví a levantar la mirada, ya estaba lo suficientemente expuesta como para dejar ver mi rostro y que se burlaran nuevamente.
-Creo que ya estamos a mano.
Era una voz reconocible, era la voz de un chico, y enseguida recordé el incidente en la gasolinera.
¡Es él! El chico de ojos verdes.
Mis pensamientos me hicieron retroceder y poco a poco levantar el rostro. Sus ojos verdes se encontraron con los míos y me hicieron permanecer embobada por unos cuantos segundos.
-¿Sabías que me asustas cuando me miras así?- Jugaba con sus labios mientras hablaba -Parece que quieres comerme con la mirada.
-Vaya, tu si sabes avergonzar a alguien- dije apartando la mirada.
-No lo creo, ya estás bastante avergonzada como para que un par de palabras te intimiden.
¡Dios! Este si es el colmo de la vergüenza... Hasta él ha visto el video.
-Me tengo que ir- me volteé y empecé a caminar lentamente hacia el ascensor, pero él fue más rápido y se puso delante de mí, bloqueando el paso.
-¿Qué crees que haces? Necesito irme- de repente mis ojos subieron a su rostro y pude recordar nuevamente lo apuesto que era. Sus ojos verdes, su pelo negro desordenado, labios gruesos... Era el tipo perfecto.
-¿Perdona?- sonrió pícaramente interrumpiendo mi mirada penetrante.
-Yo, ehh...- tartamudee avergonzada.
¡Cielos, como es posible que alguien logre ponerme tan tonta solo con su presencia!
Ni siquiera se que decirle....
Todo esto lo pensaba segundos antes de que él interrumpiera mis balbuceos.
-Solo quería presentarme, pero se hace difícil cuando me miras así - admitió riendo. -Mi nombre es Andrés y te advierto que la próxima vez que me choques ya no seré tan amable- y con esto se dio la vuelta y se fue.
¿ Qué ha sido todo esto?
¿ Cómo rayos está él aquí?
¿ Qué será de mi vida ahora?
Me preguntaba cosas así mientras me dirigía al ascensor, apenas había llegado a la Universidad y ya estaba en problemas.
Gracias a Dios pude llegar a la habitación sin más incidentes, Camila estaba allí junto a Anthony dándome una mirada de satisfacción. Lo menos que quería era enfrentarme con ella de nuevo, así que opté por ignorarla y tirarme en la cama...
-Parece que no has tenido un buen día - se acercó a mi con una sonrisa maléfica. -Dicen por ahí que uno obtiene lo que merece, y tu parece que ya lo has obtenido.
-¿Quieres dejarme en paz?- dije volteandóme hacia la pared para darle la espalda.
-¿Tu hablando de paz? Si recuerdas que fuiste tu quien me lanzo alcohol en los ojos y me provocó una irritación verdad?- susurró en mi oído enfadada.
-Lo recuerdo, como también recuerdo que mandastes a Anthony a que me lanzara a la piscina. ¿Qué rayos te he hecho para que seas así conmigo?- hablé lanzando una almohada a mi costado.
-No perteneces a este mundo, y me voy a encargar de demostrártelo.
Antes de que pudiera decir una sola palabra Anthony le indicó a Camila que lo acompañara, y esta con una mirada de odio y reproche salió de la habitación.
¿Será que fue una mala idea venir a New York?
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Nota de la Autora
Uuuyyy.... Ya Diana está pensando en rendirse, ¿creen que deba hacerlo o no?
También está el reencuentro con Andrés, seguro se han preguntado que hace él allí, eso lo verán más adelante.
Siempre existe una Camila en nuestras vidas que quiere que dejemos de luchar por nuestros sueños, tu decides si hacerlo o no...
Besos, abrazos y reencuentros hermosos:
Lyl. GM
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Ojos de Ensueño
Roman d'amourDiana es una adolescente de 18 años, hija de padres alcohólicos y con una vida miserable. En ese entonces decidió darle un nuevo rumbo a su vida ¡y vaya que ha sido diferente! En esta hermosa historia juvenil podrán encontrar Romance, pasión, desilu...