𝓢𝓾𝓷𝓼𝓮𝓽 ||ᴜᴛᴇᴋɪ ᴋʏᴏ̄ғᴜ̄|| [BNHA]

𝟎𝟏

Las cristalinas y frías gotas de lluvia caían sin cesar y con intensidad, creando una sinfonía melodiosa al estar en contacto con el suelo, aquella melodía era el compás con que las débiles y delgadas ramas danzaban teniendo como pareja al viento, quien con sutileza las balanceaba con una fresca brisa. Acariciando sus verdosas hojas, guiandola en aquel lluvioso día, que seguía cayendo..

De aquel cielo nublado...

—Kyōfū, ¿ya has vuelto a casa?.

La voz de su madre sonó desde la entrada de su hogar, mientras oía como la señora Uteki se adentraba y quizás de dirigía a la cocina luego de haber hechos las compras.

—Si, ya estoy en casa Oka-san —respondió el joven de cabellos de ocaso.

Aquellos cortos mechones pigmentados de naranja, parecían suaves y luminosos, creando unas ganas de querer pasar tus manos por aquella melena corta y desordenada. Al menos eso siempre era lo que su madre decía.

Pero aquel cálido tono atardecer que pincelada sus cabellos...

No hacia los mismo con sus ojos.

Pues estos ahora, eran opacos, como si hubieran perdido sus tonos cálidos con los que pintaban el cielo de un hermoso atardecer

Pues la mirada del joven Uteki, había perdido el brillo que lo caracterizaba.

—Ahh —un suspiro se escapó de sus delgados labios, mientras su cuerpo descansaba recostado en su cama.

Su mirada perdida en el techo de tonos claros, sin propósito alguno.

Sus pensamientos se encontraban vacíos mientras que un solo recuerdo se repetía en su cabeza

El recuerdo de cómo la Luna se había perdido en la oscura Noche, frente al Ocaso que pintaba por última vez de tonos calidos el cielo.

El presidente de la anterior clase 2-A volvió a cerrar sus párpados, mientras llevaba uno de sus brazos para cubrirlos mejor, queriendo quizás ocultar el sentimiento de tristeza.

Que se mezclaba con la sangre de sus venas y viajaba directo a su corazón.

Quien lastimado no tienes otro camino más que la resignación.

Pues ya era tarde.

Y el Atardecer, no tuvo la oportunidad de mostrar a la Luna.

Sus verdaderos colores.