Prologo

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«El universo esta lleno de puntos de vista diferentes algunos tienen razón otros se equivocan, lo ideal sería poder cerrar los ojos y pretender que esta memoria sofocante muere todos los días»

Las luces parpadeaban constantemente la mezcla de colores causaban un constante mareo ligero, la música golpeaba las paredes del antro por el exceso del volumen, la canción sonaba una y otra vez repetidamente, Devane se notaba confundida, era el efecto del alcohol que comenzó hacer efecto sobre su cuerpo.

—¡Devane! —Le grito David, quien apenas estaba adentrándose a la pista.

Devane sonrió al verle el rostro cuando grito su nombre, desvió la mirada pronto de ese modo, David no se daría cuenta de su rostro enrojecido, tomo un poco de aire antes de reponerse y seguir ingiriendo más vino.

—¡Mesero! —Grito Marie, quien estaba más ebria, sus pies se tambaleaban con los tacones que traía puesto apenas y podía caminar.

El mesero se acercó inmediatamente a la mesa de las chicas y pregunto amablemente. —¿Qué puedo ofrecerles?

—Tu mejor botella —Grito nuevamente Marie, muy exaltada la rubia hacia muecas al mesero para que este se apresurara aplaudiendo.

Marie brinco de felicidad a su vez cuando el mesero se acercó con la botella. —¿Es lo mejor que tienes para mí? —Dijo Marie haciendo una mueca con sus labios.

—Se le ofrece algo más señorita. —Kevin, amablemente pregunto.

—Es todo cariño, —Le susurro Marie al oído dejando caer los billetes al piso esperando que Kevin los recogiera.

Devane intento calmar a la rubia sin embargo le fue imposible ya que esta abrió la botella llevándosela consigo a la pista de baile.

—¡Marie espera! —Grito, Devane lo más fuerte que pudo, pero esta se alejo sin decir ni una palabra más, justo en ese momento se acercó David, rodeo su cuello con su brazo derecho.

—¿Dónde diablos dejaste a Susan? —Pregunto Devane.

—Se ha marchado de viaje con sus padres y me ha dejado solo esta noche. —Sonrió de una forma muy dulce e irresistiblemente para ella, verle los hermosos ojos color miel causaba una sensación electrizante.

—Te quiero y lo sabes. —David le susurro al oído.

Deslizo su brazo haciéndole señas al mesero —Amigo nos traes una ronda de whisky. —Dijo David, e inmediatamente se levantó del sillón y salió por la puerta trasera del lugar para fumarse un cigarrillo.

Devane estaba realmente desecha por dentro al ver a Susan y David tomados de la mano todos los días, suspiro nuevamente al recordar su pesadilla de todos lo días.

Sin saber que esa noche todo cambiaria no solo sus expectativas, también su forma de ver la vida podría ser un completo cambio.

Marie gritaba de felicidad, pero también parte de esa felicidad era a causa de los efectos de alcohol se acercó inmediatamente por detrás de Devane abrazándola y mostrando afecto.

—Esta noche nos divertiremos a lo grande. —Sonrió la rubia, sacando una bolsa pequeñita de sus jeans.

Se apresuro al abrirla y ponerla sobre la charola donde estaban los tragos, Marie sostuvo la charola con ambas manos la acerco e inhalo el polvo cristalino que había sobre él, se paso el brazo sobre la nariz nuevamente pasando la charola con su otro brazo a Devane.

—Es todo tuyo disfrútalo —Sonrió malévolamente.

Devane tomo la charola antes de inhalar el polvo se recogió la cabellera rojiza llevándosela sobre su espalda.

«Un comienzo es todo lo que quiero si tan solo creyera en mí misma por mucho que yo creo en él, esto sería más fácil, pero no puedo parar»—Pensó Devane y luego inhalo lo restante del polvo cristalino tomándose algunos segundos.

Un mechón de cabello le cubría el rostro, con su mano derecha descubrió su rostro llevándose el mechón molesto detrás de las orejas mientras que con la otra mano se la paso por la nariz intentando limpiarse.

La música sonaba mas fuerte de lo normal, de nuevo Devane intentaba fijar la mirada a un solo punto, pero sus ojos comenzaban a retrotraerse y fue entonces cuando una luz se postro sobre la frente de un chico castaño, ojos obscuros y piel pálida que a su vez intercambiaron miradas extrañas, una sensación no tan extraña inundo el cuerpo de Devane, mas que un contacto visual hubo una conexión entre ambos.

Esa noche sería el comienzo de una nueva historia y un cambio repentino en su entorno social.      

Miseria detrás de un amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora