Su Señorita

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Cuando Viktor y Luke fueron asignados para a la misión de viajar a Liyue para notificarle al mismísimo Tartaglia la situación de Mondstadt, ambos pensaron que sería el mejor y peor escape de sus monótonas vidas en la ciudad de la libertad.

"Tengan cuidado, eviten llamar la atención. En Liyue nos ven con malos ojos desde el incidente de Osial y no podemos permitir que nuestra reputación empeore, mucho menos por unos soldados de su categoría". Fueron las instrucciones que recibieron de su General al mando.

Ninguno de los dos sabía exactamente qué pasó, la poca información que sabían era la divulgada de forma oficial por el Fatui " Lograron su objetivo en Liyue, la situación con dicha nación es delicada. Proceder con cuidado ", y lo que comentaban los habitantes de Mondstadt" ¡Nuestra Caballera Honoraria salvó Liyue y organizó el funeral de Rex Lapiz! ". Aparte de eso, no tenían mayor conocimiento de la situación. Esa era parte de su misión: entregar información sobre Mondstadt y recopilar información sobre la situación en Liyue.

Su llegada a la Ciudad de los Contratos les tomó una vez días; en el transcurso del viaje, comentado lo afortunados que eran los usuarios de Visión por tener la capacidad de usar los Puntos de Teletransportación. Era una cualidad deseada por muchos, pero otorgada a unos pocos. Viajar como el resto de habitantes de Teyvat implicaba invertir varios días en el viaje y arriesgarse a ser atacados por los monstruos. Afortunadamente, encontraron muy pocos en su camino.

En cuanto se encontró con los guardias de la Geoarmada en la entrada de la ciudad, ellos les dedicaron una mueca que delataba el deseo de fruncir el ceño. No les hablaron, quizás porque no se percataron que eran Fatui ajenos a Liyue, o porque no querían tomar acciones que podrían provocar una disputa innecesaria.

Al entrar a la ciudad, tanto Viktor como Luke quedaron sorprendidos por la colorida y activa ciudad.

―No se parece a Mondstadt. ―Comentó Viktor.

―Tampoco a casa. —Agregó Luke.

Mientras avanzaban y examinaban su alrededor, buscaron los puntos de referencia para ir al Banco del Norte sin tener que pedir indicaciones. Los ciudadanos no los veían con tanto desprecio como esperaban, pero preferían evitarlos de ser posible. Una vez que encontraron las escaleras que buscaban y empezaron a subirlas, escucharon una voz aguda y fuerte.

― ¡¿Eh?! ¡¿No son Viktor y Luke?!

Los nombrados alzaron la mirada; en la parte superior de la escalera se encontró la famosa Caballera Honoraria de Mondstadt y salvadora de Liyue, acompañada de su extraña hada parlante.

―Eres tú.

Comentó con dureza Luke, preparándose para evitar hablar más de la cuenta. Como siempre, la rubia no se inmutó ante su tono de voz.

― ¿Buscan el Banco del Norte?

Viktor estuvo a punto de responder, pero Luke se adelantó.

―No es algo que te importe, pero sí. Vamos directamente a hablar con alguien muy importante: Un Heraldo.

Viktor estuvo apuntó de cuestionarle por qué respondía, cuando la heroína intervino.

―Podemos llevarlos.

El hada la espectáculo estupefacta. ― ¡¿Qué?! ¡¿Por qué deberíamos?!

―Liyue tiene una distribución complicada, Paimon.

Luke chasqueó la lengua con molestia y siguió a Viktor, quien había retomado su rumbo.

―Estamos bien por nuestra cuenta, nosotros, el Fatui, no necesitamos la ayuda de otros.

Mientras las estrellas brillen (chilumi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora