Me Salvaste♤

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Calliope pov

Estoy tan acostumbrada a que las personas sean tan imbéciles que esto no me sorprendió en absoluto.

-Calliope: asi que viniste al rescate de tu perrita eh ~este par terminaría destrozado si no se largaban en ese momento~
-x: No has cambiado nada Calliope, desde la ultima vez que nos vimos soñé tanto con este momento pero creo que lo dejaremos para otra ocasion ~corrí tras ella pero fue tarde, ella se escabuyo por el bosque junto a Carina~

Arizona estaba muy mal, me acerque a ella y la desate. La cargue en mis brazos y sali con ella, tenia que llevarla lo mas rapido posible a casa de sus padres para que pudiera sanar esas heridas.

Arizona pov.

Senti que alguien me tomo en sus brazos, no tenia ni la menor idea de quien pudiese ser ya que no podia ver bien a esa persona, me saco de esa cabaña al derribar la puerta de una sola patada.
Estaba muy mal herida y no aguantaba el dolor, cuando menos me di cuenta mi vista se nublo negra y no supe mas de mi.

Calliope pov

Corrí lo mas rapido que pude a casa del señor Daniel y en menos de cinco minutos estaba en la entrada. Daniel y Barbara me dijeron que pasara a acostar a Arizona a su cuarto pero si no se hacia algo en ese momento ella podría morir...

-Daniel R: llamen a Francis y diganle que lo necesito lo antes posible.
-Calliope: no sobrevivirá tanto tiempo, si me permiten podría intentar salvarla ~Daniel no me miraba muy convencido entonces Barbara hablo~
-Barbara R: hazlo Callie, salvala por favor.

Todos salieron del cuarto de Arizona quedando sola con ella, la unica solucion seria lamer sus heridas y morderla para poder pasarle sangre en lo que despertaba de nuevo; empeze a lamer sus heridas para que se limpiaran y sanaran, tome su cabeza del modo que tuviera acceso a morder su cuello, aunque no seria buena idea al saber que aun no me logro controlar tenia que intentarlo. Saque mis colmillos y mis ojos se tornaron rojos, su cuello era blanco y me incitaba a algo mas pero debia controlarme, su aroma no ayudaba mucho y ya no estaba segura de poder hacerlo.
De un momento a otro me encontraba mordiendo su cuello, debía darle suficiente sangre en lo que su medico llegaba. Y es que aunque somos antiguos necesitamos de otros para poder sanar la mayoría de las veces.
Sus heridas se estaban cerrando y ya no sangraba, decidí salir de su cuarto para poder marcharme porque si ella me encontraba ahi me sacaría a patadas. Llegue a la sala en donde todos se me quedaron viendo ya que mi ropa tenia sangre y mis colmillos estaban de fuera manchados con sangre

-Barbara R: ¿como esta ella?
-Calliope: estará bien, limpie sus heridas y le di de mi sangre, no tardara en despertar lo cual es bueno.
-Daniel R: muchas gracias por todo Callie, no se como pagartelo
-Calliope: no es nada y si no me necesitan mas me gustaría irme a descansar un poco, no le digan que estuve aqui ~sali y me fui a mi casa~

Si ella se enterara de que fui yo quien la salvo me buscaría y podría ser un gran desastre.

Arizona pov

Desperte y mi madre estaba sentada a un lado de mi cama, no recordaba mucho de lo que habia pasado solo se que alguien fue por mi al igual que hace años. Me sentia mejor, mis heridas estaban sanando pero mi cuello dolia..

-Barbara R: hija ~me dio un beso en la frente~ me alegra que estes bien ¿como te sientes?
-Arizona: me siento mejor pero mi cuello duele y que yo recuerde no me paso nada en el ~en eso mi padre entro~
-Daniel R: mi niña que bueno que despertaste
-Arizona: ¿como llegue aqui? ~pregunte y ambos se voltearon a ver~ ¿que pasa?
-Barbara R: te encontraron unos guardias y te trajeron a casa ~no les creo nada, se estan viendo mucho~

Les pedi que salieran y me dejaran descansar, aunque en realidad tenia que recordar todo lo sucedido; Carina me llamo para vernos y fui pero esta me golpeo, cuando desperte estaba atada a una silla dentro de un cuarto no muy grande, tres mujeres me golpeaban sin tener alguna razon para hacerlo. Ahgg que mas paso, tengo que recordar mas... ¡no puede ser! ella estaba ahi en el piso por el golpe, no no no, se supone que ella murio la vez que me salvo hace un siglo.
Me levante y fui al baño, necesitaba despejar mi mente de todo esto pero al ver una silla me encontré con un saco negro manchado de sangre lo tome y olí, ¡mierda! si era ella...