Miércoles, 10 de febrero de 1993

104 13 4
                                    

Miércoles, 10 de febrero de 1993

Hoy tuve un sueño

Anoche me fui a dormir tranquilo, tuvimos un pequeño entrenamiento en el día, así que estaba bastante cansado. Reposé mi cabeza sobre la almohada y saludé a White antes de dormirme, aunque no contestó porque ya estaba dormido. Miré hacia arriba, y cerré los ojos, sumergiéndome en una galaxia de sueños y pesadillas, donde todas las noches, los planetas eligen qué mostrarme.

Esta vez, decidieron mostrarme una pesadilla. Un mal sueño. Algo que me inquietó bastante.

Estaba flotando en el espacio, ¡como un verdadero astronauta! Casi como en el cuartel, pero podía flotar, no había gravedad. Podía ver todo desde allí, los planetas, la luna, el sol, ¡incluso el planeta tierra!
Sonará muy bonito, y de hecho lo era, pero al principio dije que era una pesadilla, así que este es el giro: Vi algo ahí.

No sé qué era, no sé quién era, pero había un ser vivo en el sueño. Era de colores apagados, aunque a veces cambiaba, y tenía colores llamativos y brillantes. Su olor era horrendo, pero cuando cambiaba, olía bien. Se veía muy débil, pero cuando cambiaba, podía ser más fuerte que todos los soldados juntos.
Como dije, no sé bien qué era, pero me miró. Ambos flotábamos hacia lo desconocido, y ambos nos mirábamos fijamente, porque sabíamos que nuestro destino sería el mismo. Sabíamos que no estábamos juntos por casualidad. Sabíamos que algo sucedía, algo importante. Por eso habíamos cruzado nuestras miradas, por eso nos encontramos, porque ambos estábamos destinados y sabíamos que debíamos estar ahí, juntos, viéndonos y analizándonos.

Iba en dirección contraria, así que no pude evitar seguir flotando y ver como se alejaba de mí, aunque no paraba de mirarme. Y ahí fue cuando todo se descontroló, como ya dije al principio, es una pesadilla, y quiero recalcarlo porque no fue nada lindo.

Cuando miré al frente, algo se acercaba rápidamente hacia a mí, navegando el cosmos. Al principio no sabía lo que era, pero al ver aquellas luces resplandecientes que llegaban a cegarme, no pude evitarlo. Rápidamente comencé a sentirme raro, no podía respirar y comenzaba a asfixiarme en el espacio. Y allí, cuando estaba a punto de perecer por falta de oxígeno, esa cosa se acercó a mí a una velocidad impresionante. Era una nave galáctica, para ser exactos, una nave japonesa. Se acercaba muy rápido hacia a mí para atropellarme y acabarme, pero no podía verlo bien porque no podía respirar, y eso hacía que mis ojos se cerraran lentamente.

Pude ver a aquel ser vivo por última vez antes de que la nave me atropellara. Y me encantaría poder decir que todo terminó ahí, y luego me desperté... Pero no.

Después del choque, mi cuerpo se cortó a la mitad, y logré observar como parte de él quedó flotando a la deriva, desprendiéndose de mí y dejando sangre por todo el cosmos. Yo seguía vivo, y no sabía por qué.
Recién ahí me desperté, muy asustado de hecho, y bueno, ahora estoy escribiéndolo para no olvidarlo.

No sé quién era ese ser vivo, no sé qué era exactamente, pero se veía simpático. Tranquilamente podría llamarse Ziggy.

Me gusta ese nombre.
Con amor (y un poco de miedo), Crow.

★ El Diario de Crow ★ Brawl Stars: Orígenes (EXTRA) ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora