Perteneces a la manada de los lobos de la noche y por un accidente llegarás a la vida de Tamaki Amajiki tras ser confundida con una mascota y ser adoptada por el ¿como sucedió? ¿Su relación será más fuerte que sus enemigos? ¿Será Tamaki capaz de pro...
Narrador Omnisciente La manada de lobos negros lidiaba con grandes problemas de descontrol, heridos y muertos por todas partes, el número de lobos había reducido considerablemente, pero esto no detenía a Dai quien estaba obsesionado con hacer que su raza fuera la más fuerte y temida, después de haber usado a su manada como conejillos de indias era turno de su hijo
Isao: no... No voy a ponerme eso - retrocedía a medida que su padre se acercaba con una jeringa en mano
Dai: Isao, Isao... No te portes mal hijo mío
Isao: como tienes la seguridad de que eso no me matará! No lo resistiré!
Dai: así como estas crees poder vencer a esa asquerosa manada de lobos de la Luna!? Hazme caso... - tendió su mano esperando a que el albino le diera el brazo
Isao: yo no quiero...
Dai: que dijiste?
Isao: no quiero pelear con los lobos de la Luna!
Dai: vaya... Estoy lleno de traidores! - tomó su forma de lobo comenzando a gruñir - no me digas... También encontraste algo que proteger... Lo sospechaba... Tu dejaste de ser mi hijo... Ahora... pelea como los demás para ganar tu lugar! - se lanzó al ataque, el chico no quería huir debía afrontarlo para demostrar ser capaz de proteger a los que quería.
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Se sentía mal al tener que pelear con su propia familia, pero aquel lobo frente a él había perdido lo que lo caracterizaba como su padre, había sido corrompido por sus ansias de poder y fuerza, sabía que no era rival para la fuerza que poseía gracias a esa sustancia creada por humanos, una y otra vez era lanzado contra el suelo y mordido, pero seguía poniéndose de pie, su sangre goteaba manchando la nieve de color rojo
Dai: lo sabía... No eres nada! Maldita la hora en que tu madre decidió criarte de esa forma
Isao: no... Te metas con mi madre...
____: Dai... Sueltalo
Actualidad
Narra _____ Con el apoyo de Tamaki me sentía capaz de todo, pero aún así me preocupaba que saliera lastimado, después de todo algunas de sus heridas no han sanado del todo, Dai y yo comenzamos a rodearnos mientras gruñiamos.
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