La agente secreta White se ve involucrada en la mayor misión de su carrera,donde tiene que encontrar el tesoro que acabó con la vida de sus padres,su jefe Kenny Ackerman le asigna un compañero para esta misión,uno de los mejores espías del mundo,Lev...
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España,Madrid.
El duo de morenos bajan del avión y la calurosa noche española les recibe,después de unos minutos se dirigen a la salida del aeropuerto algo cansados debido al largo viaje que habían realizado y al calor que los abrasaba debido a que no venían preparados para esa temperatura.
—¡Dios que calor!–exclamó Atenea mientras se intentaba abanicar con la mano–No debí ponerme una camisa de manga larga.
—No se que es más insoportable,esta calor o tus ronquidos en el avión–dice el Ackerman cargando su maleta.
—¡Yo no ronco!–la chica mira mal al moreno y este solo rodó los ojos–tomaremos un taxi hasta el hotel que me mandó Erwin–Atenea saca au teléfono móvil mientras que Levi levanta la mano para que pare un taxi.
Atenea nada más enterarse del cambio de planes con respecto al viaje decidió llamar a Erwin y Kenny para que reservasen hoteles.
Cuando ambos jovenes bajan del taxi,se encuentran de frente a un hotel con un cartel luminoso,algo sucio y anticuado y una fachada que dejaba mucho que desear "Hostal Martínez" ponía en la fachada del local.Levi mira confundido a Atenea y ella le devuelve la confusa mirada al chico.
—Entremos–dice la chica.
La pareja entra en la recepción del hotel y si la fachada del local dejaba mucho que desear,del interior mejor ni hablar.
Un sofá repleto de manchas y rajas se encontraba a su derecha y un cuadro algo viejo de una señora bastante fea,tanto que consiguió asustar a Levi, se encontraba en la parte superior del sofá.
Al fondo de la sala había una encimera llena de polvo y una pequeña cabina de teléfono algo anticuanda.
A la izquierda del duo se encontraba el recepcionista del hostal,un señor gordo,calvo y con poca higiene personal,estaba echado sobre una encimera poco limpia,una cerveza se encontraba en su mano.
—Buenas noches–dice Atenea en perfecto español.
—Hola–dice seco el tipo de recepción–¿Tenéis reserva?
—Si–Atenea saca su telefono y muestra el documento que acreditaba la reserva de la habitación.
—No puedo daros esa habitación–dice el hombre mirando el viejo ordenador que se encontraba en el mostrador.
—¿Qué?¿Por qué?–pregunta Levi algo indignado.
—Acaba de llegar una pareja que me ha dado más dinero que ustedes–el tio sonríe–Pero puedo daros otra,no hay problema.
