Al acabar de cenar, Aiden se levanta de la mesa, lleva su plato al fregadero y sale de la cocina. En toda la cena no ha dicho ni una sola palabra, es tímido y serio a la vez. Salgo de la cocina con la esperanza de encontrarme a Aiden por el pasillo o en alguna habitación, pero no le veo. Supongo que estará en su habitación y bueno, no quiero que piense que soy una pesada, aunque me muero por conocerlo más. Me dirijo a mi habitación y me tumbo en la cama cuando de repente aparece Sofía.
- Charlotte, ¿has visto que raro es Aiden?
- No es raro, solo es tímido, nada más.
- En la cena he tenido la sensación de que no paraba de mirarte.
- Cállate Sofía, son imaginación tuyas.
- Como tú digas hermanita, yo creo que le gustas.
- Voy a dormir Sofía, buenas noches. - le digo abriendo la puerta del dormitorio invitándole a que se vaya.
Sofía sale de la habitación y cierro la puerta tras ella. Me tumbo de nuevo en la cama, esperando no ser molestada otra vez. Me coloco los auriculares y comienzo a escuchar Las llaves del Reino, de Green Valley. Respecto a la música, soy bastante diferente al resto de chicas. No me gusta el reggaeton ni la bachata, mi estilo es el reggae. En cuanto a la ropa, también soy algo distinta. Todas las chicas van con camisetas apretadísimas y tremendos escotes, con pantalones que dejan mostrar sus cachetes. Yo soy más de estilo sudadera, aunque a veces también me gusta ponerme alguna que otra camiseta apretada o corta, pantalones apretados y zapatillas Vans o Converse, supongo que ser un poco "la distinta" me hizo "la popu" en mi antiguo instituto.
[...]
*Riiing, riing, riiing*
- Maldito despertador. - me quejo del aparatito que interrumpe mis sueños mientras estiro la mano para apagarlo.
Me levanto y me dirijo al baño a darme una ducha. Mientras el agua cae sobre mí, canto Yo me pregunto, de Morodo. Salgo de la ducha envuelta en la toalla, me desenredo el pelo y comienzo a vestirme. Me coloco unos leggins negros, una camiseta rosa palo corta, que deja ver un poco de mi barriga, y encima una chaqueta baquera. De calzado escojo las Converse blancas. Me hago una coleta alta con dos mechones sueltos cayendo a cada lado de mi cara y bajo a desayunar. Entro por la puerta y me quedo un poco parada al ver a Aiden sentado desayunando. Por unas horas se me había olvidado que en mi casa vivía semejante playboy.
- Buenos días Aiden. - digo mirándole de reojo, pues aún me muero de vergüenza al verle.
- Buenos días Char. - dice mirándome de arriba a abajo y sonriéndome levemente.
<<Charlotte controla tus hormonas>>
Me preparo la leche y me la tomo rápido, para no tener que estar más ahí con aquel silencio incómodo. Salgo y me voy a mi dormitorio, cojo mi mochila y bajo las escaleras. Me dirijo a abrir la puerta cuando veo a Aiden que sale de la cocina.
- ¿Dónde vas tan pronto chiquilla? - dice Aiden riéndose.
- Y-yo... Yo no quiero llegar tarde...
- Aún quedan 20 minutos para que empiecen las clases y el instituto está a 10 minutos de aquí. Si tú quieres, podría llevarte en mi moto, pero tienes que esperar unos minutos a que acabe de arreglarme.
- N-no, gracias... Prefiero ir andando.
- Como quieras.
Salgo de casa y decido ir al instituto andando lento, mirando todo lo que hay al rededor. Puedo escuchar detrás de mi a dos chicas hablando y riéndose. Como echo de menos a África y Lorena... Puedo escuchar que están hablando de Aiden, las dos chicas están bastante obsesionadas al parecer. Entonces Aiden aparece y para su moto a mi lado, las chicas se callan rápidamente y se paran.
- ¿Subes? - me dice levantándose un poco el casco.
- Claro. - digo decidida.
Miro a las chicas que parecen que me están matando con la mirada y subo a la moto. Me agarro a Aiden y arranca. Todo sea por poner celosas a aquellas moja bragas. Llegamos al instituto y Aiden aparca en la puerta. Me bajo con bastante cuidado y Aiden se ríe.
- ¿Qué pasa Char? ¿No estas acostumbrada a las motos?
- No mucho, la verdad.
Aiden se quita el casco y se baja. Remueve su pelo con la mano un poco y pone su brazo sobre mis hombros.
- No te preocupes pequeña, poco a poco. - me dice mirándome y sonriendo.
Tengo que reconocer que se me cae la baba con ese chico. Entramos al instituto juntos, su brazo sigue sobre mi hombro y todas las chicas me miran de reojo mientras susurran. Se nos acercan un grupo de chicos que parecen más o menos de la edad de Aiden.
- ¿Qué pasa Aiden? ¿Nueva novia? - dice mirándome.
- No idiota, es la hija de la novia de mi padre.
- Bien, ¿entonces estas libre no? - me dice guiñando un ojo.
- No, tengo novio, lo siento. - digo haciéndome la dura.
- Eso dicen todas y luego las ves cada día con un chico.
- Vámonos Charlotte, vas a llegar tarde a clase.
Nos separamos del grupo de chicos y le agradezco que me haya sacado de aquella conversación tan incómoda.
- ¿Así que tienes novio hermanita? - me dice con media sonrisa.
- No, era para que me dejara en paz. Odio ese tipo de chicos.
Aiden se ríe y asiente.
Vamos hacia la sala de actos del instituto y nos sentamos al lado. Hay muchos chicos y chicas sentados y hablando. Varias chicas miran a Aiden y algunos chicos le saludan. Entra una persona y se presenta.
- Buenos días, yo soy el director del instituto. Algunos ya me conoceréis y para otros soy desconocido.
Nos explica varias normas del instituto y al momento entran tres maestros que, según a dicho el director, van a ir llamando a cada alumno para llevarlos a la clase correspondiente. Cuando la única maestra que hay dice mi nombre me levanto y siento las miradas de todos los chicos y chicas tras de mí. Me uno al grupo de chicos que parece ser van a ir a mi clase. Luego la misma maestra llama a Aiden y todas las chicas le miran embobadas. Se pone a mi lado y me sonríe.
- Al parecer vamos a ir a la misma clase. - me dice en un susurro.
- Eso parece... - digo algo cortada.
Aiden ha repetido dos cursos, así que cabía la posibilidad de que fuera a mi clase, y no se si me alegro de que sea así.
Toda la clase seguimos a la maestra que nos va a indicar nuestra aula. Al llegar cada uno se sienta al lado de sus amigos y yo me siento en la punta atrás en una fila vacía. Aiden me ve y se sienta a mi lado, y detrás de él vienen dos amigos suyos y se sientan en la misma fila.
- Hola, me llamo Jack. - se presenta uno de ellos.
-Yo soy Ismael, encantado.
- Charlotte, encantada.
Ismael me sonríe y aparta la mirada, pero Jack no para de mirarme.
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Mi Hermanastro
RomanceAiden, un chico egocéntrico que le resulta fácil ligar con todas. Charlotte, una chica tímida que es fácil de enamorar. Peligrosa combinación, ¿no? Y aun más si viven en la misma casa.