[Cinco entrenando con su pequeño hijo]
Cinco: Muy bien, bestia, puedes soltarte.
Nied, dudoso: ¡Papá, tengo miedo!
Cinco: ¿Confías en mi?
Nied: ¡Si! [se deja caer]
[Cinco se aparta y deja que su hijo caiga al suelo]
Cinco: ¡Regla número uno: No confíes en nadie!
Diego: ¡Cinco!