3.

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Hoseok había llamado a su amigo Chanyeol, le había comentado que tenía un híbrido en casa.

—Está bien Hoseok, pasaré  por ti —habló del otro lado.

—Gracias.

Las horas de clases pasaron unas rápidamente y otras muy lentas. Mientras tomaba su almuerzo pensaba en que la bola de pelos —bola de músculos— haya tomado su comida. Solo esperaba que le hubiera hecho caso, porque cualquiera que lo viera sin un collar, se lo llevaría y podría hacerle daño.

Chanyeol llegó en su auto y Hoseok subió animadamente. No era como si Hoseok no tenía auto, sólo que prefería ir caminando y no mostrar su auto que llamaba la atención por donde iba. Conversaron y el castaño le comentó como encontró a la bola de pelos y luego supo que era un híbrido de conejo.

—Ellos están siempre en celo a partir de su adultez —dijo el más alto. Chanyeol era un veterinario con un postgrado en la rama de los híbridos y su genética —. Así que debes de tener cuidado, debo revisar si es un alfa u omega y así poder suministrar una dosis correcta de medicina para apaciguar su apetito sexual.

El castaño se sonrojó, el no tuvo un conejo, por eso no sabía, en casa de sus padres reinaban los gatos —aún lo hacen—. Ahora entendía porque le había pedido aparearse, mientras lo miraba con deseo. Era porque estaba en constante celo, no porque Hoseok le hubiera gustado.

—Creo que es alfa —murmuró —. El me propuso aparearse.

El doctor no dijo nada por algunos minutos. —¿Qué edad piensas que tiene? —estacionó el auto.

—Unos veinte —dedujo —. No se ver la edad en conejos, nunca he tenido uno y tampoco le he preguntado.

Caminaron por el jardín hasta abrir la puerta de la casa. Todo estaba en silencio y Hoseok empezó a buscar al animal.

—Bolita de pelos —llamó por la sala —. Espérame aquí —pidió a su amigo.

—Jungkook —llamó despacio entrando a su habitación que estaba con la puerta abierta —. Bolita de pelos, ya vine.

Unas orejitas peludas se movieron al escuchar la suave voz de Hoseok.

—¿Estoy soñando? ¿Hoseok ya regresó?

Había regresado y no era ningún jodido sueño. Se removió de la cama y lo encontró, de frente suyo con una gran sonrisa.

—¡Si, si es él! —brincó alegre.

Saltó a sus brazos y se restregó en el pecho del castaño. —Te extrañé tanto, tanto, tanto —chillaba.

—Tranquilo, ya llegué —acariciaba la orejita blanca —. ¿Te portaste bien hoy? Si es así te daré un premio.

—¡Si, si, premio! —movía sus orejitas y colita.

El conejo saltó de los brazos y regresó a la cama, para pasar a su forma humana. —¿Cuál es mi premio? —dijo coqueto.

Hoseok se sonrojó por completo y volteó su cuerpo para mirar a otro lado.

—Cámbiate —. Apresuró su paso para salir de la habitación —. Te esperamos en la cocina.

¿Esperamos? Con quién había venido el niño bonito que el conejito no se dio cuenta. Corrió a la habitación que le había dado la noche anterior y se colocó unos pantalones con abertura para su cola.

Caminó —saltó— a grandes zancadas hasta llegar a la cocina. Un olor diferente percibió, frunció su nariz, tratando de reconocer el olor, pero su cabeza le decía que no había información.

—¡Hey, tu debes der Jungkook! —saludo un hombre alto —. Mucho gusto, soy Chanyeol, amigo de Hoseok.

Jungkook miró aturdido al hombre que era mucho más alto que él, quizás hasta más guapo, pero su cosito era más grande y aquello hizo que el conejito inflara el pecho.

—Hola —saludó sentándose junto al castaño que se encontraba nervioso.

Chanyeol sonrió, notaba lo incomodo que se sentía el conejo ante su presencia.

—Lo llamé para que te revise —habló Hoseok —. Es un veterinario y sabe bastante de híbridos.

—Así es. Por lo que tengo que realizarte algunas preguntas a solas.

El doctor se levantó y apoyó su mano en el hombro del castaño —Voy a ir a la sala, necesito estar a solas.

Hoseok asintió y algo en el pecho de Jungkook se removió, esa mano no debería estar ahí. Quería protestar, pero la mirada suplicante del niño bonito le gustó, y solo por él, se levantó y siguió al hombre.

Unos minutos más tarde, Chan entraba a la cocina, asustando al dueño de casa. Rió por la expresión de su amigo. Jungkook llegó atrás y siguió de largo, directo donde el castaño, lo abrazó con delicadeza y susurró en su oído.

—Tu sonrisa es perfecta —se alejó y miró serio al doctor.

El castaño se recompuso y siguió preparando lo que comerían, donde Chanyeol se disculpó ya que había recibido una llamada.

—Es un conejo alfa, tiene buen estado de salud y no parece tener algún problema —habló mirando las notas que había tomado —. Su celo más fuerte es una vez al mes y por lo que me dijo, la semana pasada le llegó —miró a Hoseok —. Debe tener una pareja, puedes conseguirle una conejita y si no es posible, te daré unos cuantos medicamentos para que tome y pueda estar bien.

Jungkook escuchaba con atención lo que decía el hombre —yo no quiero una coneja quiero a Hoseok —. Pensó, más no lo dijo.

—Más tarde te pasaré una lista de la comida que debe comer. La otra semana lo llevas para realizarle algunos exámenes y confirmar que se encuentra bien.

—Gracias —sonrió.

Cuando se marchó, Hoseok lo acompaño hasta la puerta y se despidió con un fuerte abrazo. Jungkook miraba todo desde lejos. Ahora tenía que marcarlo con su olor y no con el de ese doctor.

Hoseok se asustó cuando Jungkook lo tomó de los brazos y empezó a restregarse en todo su cuerpo, más en su cuello. Sentía la piel tersa y cálida del conejo erizar sus vellos, intentó alejarse, pero el conejo se lo impidió.

—Quédate quieto —murmuró pasando sus manos por los brazos delgados del castaño.

—Jungkook…

—Hueles a ese hombre, no puedes —lo miró a los ojos —. Debes de oler a mi y a ti, nada más.

El conejo quizás estaba siendo un poco posesivo, pero su corazón le decía que debía estar con él. Hoseok por otro lado, se sentía confundido, el celo debía ponerlos así —pensó.

—Espera, tomó un baño y ya —sonrió —. Vamos a la sala a…

—¿Aparearnos? —chilló emocionado.

—Conversar.

Un silencio se formó, Hoseok nuevamente estaba rojo y eso le gustaba al conejo. —También podemos conversar mientras nos apareamos —movió la cabeza y caminó con gracia.

Hoseok se reprendió, es el celo, el celo. No porque el sexy conejo te quiera.

Love♡Tokki • [JungHope] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora